6 de mayo de 2019

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Rosario Meditado. Misterios Dolorosos. La flagelación

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Misterios Dolorosos
La flagelación
Entonces Pilato tomó a Jesús y lo mandó azotar (Jn 19, 1)

Reflexión

En los misterios dolorosos contemplamos en Cristo todos los dolores del hombre: en El, angustiado, traicionado, abandonado, capturado aprisionado; en El, injustamente procesado y sometido a la flagelación; en El, mal entendido y escarnecido en su misión; en El, condenado con complicidad del poder político; en El conducido públicamente al suplicio y expuesto a la muerte más infamante; en El, Varón de dolores profetizado por Isaías, queda resumido y santificado todo dolor humano.
(Juan Pablo II: Angelus del 30 de octubre, 1983).

Estas llagas que Cristo ha contraído por nuestro amor nos ayudan a entender quién es Dios y a repetir también: "Señor mío y Dios mío". Sólo un Dios que nos ama hasta cargar con nuestras heridas y nuestro dolor, sobre todo el dolor inocente, es digno de fe.
(Benedicto XVI, Mensaje de Pascua, 8 de abril de 2007)

Jesús se entregó a Sí mismo, hecho holocausto por amor. Y tú, discípulo de Cristo; tú, hijo predilecto de Dios; tú, que has sido comprado a precio de Cruz: tú también debes estar dispuesto a negarte a ti mismo. Por lo tanto, sean cuales fueren las circunstancias concretas por las que atravesemos, ni tú ni yo podemos llevar una conducta egoísta, aburguesada, cómoda, disipada..., y —perdóname mi sinceridad— ¡necia! Si ambicionas la estima de los hombres, y ansías ser considerado o apreciado, y no buscas más que una vida placentera, te has desviado del camino... En la ciudad de los santos, sólo se permite la entrada, y descansar, y reinar con el Rey por los siglos eternos, a los que pasan por la vía áspera, angosta y estrecha de las tribulaciones
(San Josemaría Escrivá)



Reflexiones recogidas en la web: boletinrosario.blogspot.com

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