3 de marzo de 2022

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VIACRUCIS, IV ESTACIÓN 'JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE'

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Lectura del Evangelio según san Lucas 2,34-35.51b

Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción.
¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.
Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón.


Reflexión

Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Éste ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción, y a ti misma una espada te traspasará el alma, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones». Su madre conservaba todo esto en su corazón.

Herido y sufriendo, llevando la cruz de todos los hombres, Jesús encuentra a su madre y, en su rostro, a toda la humanidad.

María, Madre de Dios, ha sido la primera discípula del Maestro. Al acoger la palabra del ángel, ha encontrado por primera vez al Verbo encarnado y se ha convertido en templo del Dios vivo. Lo ha encontrado sin comprender cómo el Creador del cielo y de la tierra ha querido elegir a una joven, una criatura frágil, para encarnarse en este mundo. Lo ha encontrado en una búsqueda constante de su rostro, en el silencio del corazón y en la meditación de la Palabra. Creía ser ella quien lo buscaba, pero, en realidad, era él quien la buscaba a ella.

Ahora, mientras lleva la cruz, la encuentra.

Jesús sufre al ver a su madre afligida, y María viendo sufrir a su Hijo. Pero de este común sufrimiento nace la nueva humanidad. «Paz a ti. Te suplicamos, oh Santa llena de gloria, siempre Virgen, Madre de Dios, Madre de Cristo. Eleva nuestra oración a la presencia de tu amado Hijo para que perdone nuestros pecados» (Theotokion del Orologion copto, Al-Aghbia 37).

Señor Jesús, también nosotros sentimos en nuestras familias los sufrimientos que los padres causan a sus hijos y éstos a sus padres. Señor, haz que en estos tiempos difíciles nuestras familias sean lugar de tu presencia, de modo que nuestros sufrimientos se transformen en alegría. Sé tú la fuerza de nuestras familias y haz que sean oasis de amor, paz y serenidad, a imagen de la Sagrada Familia de Nazaret. Amén.


Vía Crucis en el Coliseo 2013, presidido por el Santo Padre Francisco
Meditaciones de un grupo de jóvenes libaneses bajo la dirección de Su Beatitud Eminentísima el Señor Cardenal Béchara Boutros Raïs

Meditación publicada en la web del Vaticano

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