6 de mayo de 2019

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Rosario Meditado. Misterios Gozosos.Nacimiento de Jesús en Belén.

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Misterios Gozosos
Nacimiento de Jesús en Belén
Y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada (Lc 2, 7)

Reflexión 

María, Madre por excelencia, nos ayuda a comprender las palabras claves del misterio del nacimiento de su Hijo divino: humildad, silencio, estupor, alegría.
Nos exhorta ante todo a la humildad para que Dios pueda encontrar espacio en nuestro corazón. Éste no puede quedar obscurecido por el orgullo y la soberbia. Nos indica el valor del silencio, que sabe escuchar el canto de los Ángeles y el llanto del Niño, y que no los sofoca en el estruendo y en el caos. Junto a ella, contemplaremos el pesebre con íntimo estupor, disfrutando de la sencilla y pura alegría que ese Niño trae a la humanidad.
(Juan Pablo II, Angelus, 21 de diciembre de 2003)

El Niño que yace en el pesebre posee el verdadero secreto de la vida. Por eso pide que lo acojamos, que le demos espacio en nosotros, en nuestro corazón, en nuestras casas, en nuestras ciudades y en nuestras sociedades.
(Benedicto XVI, Audiencia general del miércoles 3 de enero de 2007)

Es preciso ir con el Niño a Jerusalén para presentarle al Señor. Y esta vez serás tú, amigo mío, quien lleve la jaula de las tórtolas. ¿Te fijas? Ella —¡la Inmaculada!— se somete a la Ley como si estuviera inmunda. ¿Aprenderás con este ejemplo, a cumplir, a pesar de todos los sacrificios personales, la Santa Ley de Dios?
¡Purificarse! ¡Tú y yo sí que necesitamos purificación! Expiar, y, por encima de la expiación, el Amor. Un amor que sea cauterio, que abrase la roña de nuestra alma, y fuego, que encienda con llamas divinas la miseria de nuestro corazón.
(San Josemaría Escrivá)



Reflexiones recogidas en la web: boletinrosario.blogspot.com

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