tag:blogger.com,1999:blog-6521030797472913202024-03-21T19:34:45.821+01:00Acción Católica General de MadridAcción Católica General de Madridhttp://www.blogger.com/profile/12472364600405441481noreply@blogger.comBlogger157125tag:blogger.com,1999:blog-652103079747291320.post-40992394675080674342022-03-07T19:24:00.000+01:002022-03-07T23:24:47.506+01:00VIACRUCIS, XIV ESTACIÓN. 'JESÚS ES COLOCADO EN EL SEPULCRO'<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSp1nZMTxGJbXxkmaqGE71I03vNH8ciOj9syJWotRD1KpAsiMEpWEsPoyuciI2P6C_8wlD_HWIepDRPYa04Oy3t5xeXqfQSIjj_N4qLAYWF6-hFJpWlLmQlOOnY_zSTExMmMopcEsvjpmL/s1600/14estacion.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSp1nZMTxGJbXxkmaqGE71I03vNH8ciOj9syJWotRD1KpAsiMEpWEsPoyuciI2P6C_8wlD_HWIepDRPYa04Oy3t5xeXqfQSIjj_N4qLAYWF6-hFJpWlLmQlOOnY_zSTExMmMopcEsvjpmL/s1600/14estacion.jpg" /></a></div>
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<br /></div>
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<br />
<br />
<span style="color: #b45f06; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><b><i>Lectura del Evangelio según San Juan 19,39-40</i></b></span><br />
<br />
<div style="text-align: left;">
<span style="font-size: large;"><i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Fue también Nicodemo - aquel que anteriormente había ido a verle de noche - con una mezcla de mirra y áloe de unas cien libras. Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en vendas con los aromas, conforme a la costumbre judía de sepultar." </span></i></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Reflexión </span></b><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Llegó también Nicodemo, el que había ido a verlo de noche, y trajo unas cien libras de una mixtura de mirra y áloe. Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en los lienzos con los aromas, según se acostumbra a enterrar entre los judíos.<br /><br />Nicodemo recibe el cuerpo de Cristo, se hace cargo de él y lo pone en el sepulcro, en un jardín que recuerda el de la creación. Jesús se deja enterrar como se dejó crucificar, con el mismo abandono, completamente «entregado» en las manos de los hombres y «perfectamente unido» a ellos «hasta el sueño bajo la lápida de la tumba» (S. Gregorio de Narek).<br /><br />Aceptar las dificultades, los sucesos dolorosos, la muerte, exige una esperanza firme, una fe viva.<br /><br />La piedra puesta a la entrada de la tumba será removida y una nueva vida surgirá.<br /><br />En efecto, «por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, lo mismo que Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva» (Rm 6,4).<br /><br />Hemos recibido la libertad de los hijos de Dios para no volver a la esclavitud; se nos ha dado la vida en abundancia, no podemos conformarnos ya con una vida carente de belleza y significado.<br /><br />Señor Jesús, haz de nosotros hijos de la luz que no temen las tinieblas. Te pedimos hoy por todos los que buscan el sentido de la vida y por los que han perdido la esperanza, para que crean en tu victoria sobre el pecado y la muerte. Amén.</div>
<br />
<br />
<i>Vía Crucis en el Coliseo 2013, presidido por el Santo Padre Francisco<br />Meditaciones de un grupo de jóvenes libaneses bajo la dirección de Su Beatitud Eminentísima el Señor Cardenal Béchara Boutros Raïs</i><br />
<a href="http://www.vatican.va/news_services/liturgy/2013/documents/ns_lit_doc_20130329_via-crucis_sp.html" target="_blank"><i>Meditación publicada en la web del Vaticano</i></a><br />
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Acción Católica General de Madridhttp://www.blogger.com/profile/12472364600405441481noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-652103079747291320.post-15285356730712337362022-03-07T00:00:00.000+01:002022-03-07T23:23:48.149+01:00VIACRUCIS, XIII ESTACIÓN. ''JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ Y ENTREGADO A SU MADRE'<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgowky_NAAJxP1gauFs7FyHBq0zRQeSNWGRQ_O112_z0m0CQI9cnvdOgUHFMW2RjA9tCFIk5RqiQXLWwvaxAhY0ehAnFJWCaGL5HrNIcDmYhkqmBj1Oa8eq_nL92zwv5Pua-NTRktLCWcUs/s1600/13estacion.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgowky_NAAJxP1gauFs7FyHBq0zRQeSNWGRQ_O112_z0m0CQI9cnvdOgUHFMW2RjA9tCFIk5RqiQXLWwvaxAhY0ehAnFJWCaGL5HrNIcDmYhkqmBj1Oa8eq_nL92zwv5Pua-NTRktLCWcUs/s1600/13estacion.jpg" /></a></div>
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<br /></div>
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</div>
<br />
<br />
<span style="color: #b45f06; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><b><i>Lectura del Evangelio según San Juan 19,26-27a</i></b></span><br />
<br />
<div style="text-align: left;">
<span style="font-size: large;"><i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.»</span></i></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Reflexión </span></b><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre».<br /><br />Señor Jesús, aquellos que te aman permanecen junto a ti y conservan la fe. Su fe no decae en la hora de la agonía y de la muerte, cuando el mundo cree que el mal triunfa y que la voz de la verdad y del amor, de la justicia y de la paz calla.<br /><br />Oh María, entre tus manos nosotros ponemos nuestra tierra. «Qué triste es ver a esta tierra bendita sufrir en sus hijos, que se desgarran con saña y mueren» (Exhort. ap. Ecclesia in Medio Oriente, 8). Parece como si nada pudiera suprimir el mal, el terrorismo, el homicidio y el odio. «Ante la cruz sobre la que tu hijo extendió sus manos inmaculadas por nuestra salvación, oh Virgen, nos postramos en este día: concédenos la paz» (Liturgia bizantina).<br /><br />Oremos por las víctimas de las guerras y la violencia que devastan en nuestro tiempo varios países de Oriente Medio, así como otras partes del mundo. Oremos para que los refugiados y los emigrantes forzosos puedan volver lo antes posible a sus casas y sus tierras. Haz, Señor, que la sangre de las víctimas inocentes sea semilla de un nuevo Oriente más fraterno, pacífico y justo, y que este Oriente recupere el esplendor de su vocación de ser cuna de la civilización y de los valores espirituales y humanos.<br /><br />Estrella de Oriente, indícanos la venida del Alba. Amén.</div>
<br />
<br />
<i>Vía Crucis en el Coliseo 2013, presidido por el Santo Padre Francisco<br />Meditaciones de un grupo de jóvenes libaneses bajo la dirección de Su Beatitud Eminentísima el Señor Cardenal Béchara Boutros Raïs</i><br />
<a href="http://www.vatican.va/news_services/liturgy/2013/documents/ns_lit_doc_20130329_via-crucis_sp.html" target="_blank"><i>Meditación publicada en la web del Vaticano</i></a><br />
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Acción Católica General de Madridhttp://www.blogger.com/profile/12472364600405441481noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-652103079747291320.post-55886062081992957172022-03-06T04:00:00.000+01:002022-03-07T23:24:30.300+01:00VIACRUCIS, XII ESTACIÓN. 'JESÚS MUERE EN LA CRUZ'<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpHiZ8xY8m8KaWVg2VNmKbr3hkSAExbQDIZkbhEiCV9cnE4a54f-HkfnapmstQreUqdfGhyiE-ZBRDIhBIFDCbE91i11HnHyeN9Ps2glfB8QNlrRpV_qpjrVt57g9bFoItvmEFO99ad8Ku/s1600/12estacion.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpHiZ8xY8m8KaWVg2VNmKbr3hkSAExbQDIZkbhEiCV9cnE4a54f-HkfnapmstQreUqdfGhyiE-ZBRDIhBIFDCbE91i11HnHyeN9Ps2glfB8QNlrRpV_qpjrVt57g9bFoItvmEFO99ad8Ku/s1600/12estacion.jpg" /></a></div>
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<br /></div>
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</div>
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</div>
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</div>
<br />
<br />
<span style="color: #b45f06; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><b><i>Lectura del Evangelio según San Lucas 23,46</i></b></span><br />
<br />
<div style="text-align: left;">
<span style="font-size: large;"><i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">y Jesús, dando un fuerte grito, dijo: «Padre, en tus manos pongo mi espíritu» y, dicho esto, expiró.</span></i></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Reflexión </span></b><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Y Jesús, clamando con voz potente, dijo: «Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu». Y, dicho esto, expiró.<br />
<br />
Desde lo alto de la cruz, un grito: grito de abandono en el momento de la muerte, grito de confianza en medio del sufrimiento, grito del alumbramiento de una vida nueva. Colgado del Árbol de la Vida, entregas el espíritu en manos del Padre, haciendo brotar la vida en abundancia y modelando la nueva criatura. También nosotros afrontamos hoy los desafíos de este mundo: sentimos que las olas de las preocupaciones nos sumergen y hacen vacilar nuestra confianza. Concédenos, Señor, la fuerza de saber en nuestro interior que ninguna muerte nos vencerá, hasta que reposemos entre tus manos que nos han formado y nos acompañan.<br />
<br />
Y que cada uno de nosotros pueda exclamar:<br />
«Ayer, estaba crucificado con Cristo,<br />
hoy, soy glorificado con él.<br />
Ayer, estaba muerto con él,<br />
hoy, estoy vivo con él.<br />
Ayer, fui sepultado con él,<br />
hoy, he resucitado con él». (Gregorio Nacianceno).<br />
<br />
En las tinieblas de nuestras noches, nosotros te contemplamos. Enséñanos a dirigirnos hacia el Altísimo, tu Padre celestial.<br />
<br />
Hoy oramos para que todos aquellos que promueven el aborto tomen conciencia de que el amor sólo puede ser fuente de vida. También por los defensores de la eutanasia y por aquellos que promueven técnicas y procedimientos que ponen en peligro la vida humana. Abre sus corazones, para que te conozcan en la verdad, para que se comprometan en la edificación de la civilización de la vida y del amor. Amén.</div>
<br />
<br />
<i>Vía Crucis en el Coliseo 2013, presidido por el Santo Padre Francisco<br />Meditaciones de un grupo de jóvenes libaneses bajo la dirección de Su Beatitud Eminentísima el Señor Cardenal Béchara Boutros Raïs</i><br />
<a href="http://www.vatican.va/news_services/liturgy/2013/documents/ns_lit_doc_20130329_via-crucis_sp.html" target="_blank"><i>Meditación publicada en la web del Vaticano</i></a><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSGzhdg64NTI__gcQBbUQQ9N4exfsgaKgvxJ7ghCTaC4p2hFUTRLqjg4if69Oa32GVfslxniCsvpwJEaNc6KBM8MyGEyw-8RkGSOyVC15PlhT1B0aBDtnHTSd6O7wYsOp-mV2PXP-RY_S8/s1600/11estacion.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSGzhdg64NTI__gcQBbUQQ9N4exfsgaKgvxJ7ghCTaC4p2hFUTRLqjg4if69Oa32GVfslxniCsvpwJEaNc6KBM8MyGEyw-8RkGSOyVC15PlhT1B0aBDtnHTSd6O7wYsOp-mV2PXP-RY_S8/s1600/11estacion.jpg" /></a></div>
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<br /></div>
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</div>
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</div>
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</div>
<br />
<br />
<span style="color: #b45f06; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><b><i>Lectura del Evangelio según San Juan 19, 16a.19</i></b></span><br />
<br />
<div style="text-align: left;">
<span style="font-size: large;"><i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Entonces se lo entregó para que fuera crucificado.<br />Pilato redactó también una inscripción y la puso sobre la cruz. Lo escrito era: «Jesús el Nazareno, el Rey de los judíos.».</span></i></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Reflexión </span></b><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Se reparten mi ropa, echan a suerte mi túnica.<br />
<br />
Entonces se lo entregó para que lo crucificaran. Y Pilato escribió un letrero y lo puso encima de la cruz; en él estaba escrito: «Jesús, el Nazareno, el rey de los judíos».<br />
<br />
He aquí el Mesías esperado, colgado en el madero de la cruz entre dos malhechores. Las manos que han bendecido a la humanidad están traspasadas. Los pies que han pisado nuestra tierra para anunciar la Buena Noticia cuelgan entre el cielo y la tierra. Los ojos llenos de amor que, con una mirada, han sanado a los enfermos y perdonado nuestros pecados ahora sólo miran al cielo.<br />
<br />
Señor Jesús, tú has sido crucificado por nuestras culpas. Tú suplicas al Padre e intercedes por la humanidad. Cada golpe del martillo resuena como un latido de tu corazón inmolado.<br />
<br />
Qué hermosos en el monte Calvario los pies de quien anuncia la Buena Noticia de la Salvación. Tu amor, Jesús, ha llenado el universo. Tus manos atravesadas son nuestro refugio en la angustia. Nos acogen cada vez que el abismo del pecado nos amenaza y encontramos en tus llagas la salud y el perdón.<br />
<br />
Oh Jesús, te pedimos por todos los jóvenes que están oprimidos por la desesperación, por los jóvenes víctimas de la droga, las sectas y las perversiones.<br />
<br />
Líbralos de su esclavitud. Que levanten los ojos y acojan el Amor. Que descubran la felicidad en ti, y sálvalos tú, Salvador nuestro. Amén.</div>
<br />
<br />
<i>Vía Crucis en el Coliseo 2013, presidido por el Santo Padre Francisco<br />Meditaciones de un grupo de jóvenes libaneses bajo la dirección de Su Beatitud Eminentísima el Señor Cardenal Béchara Boutros Raïs</i><br />
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Acción Católica General de Madridhttp://www.blogger.com/profile/12472364600405441481noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-652103079747291320.post-65614030228541880592022-03-06T00:30:00.000+01:002022-03-07T23:23:10.398+01:00VIACRUCIS, X ESTACIÓN. JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNqbj0MSepiLU2PzVVmtrwMVWcQ-hmqSWQZDIlhOXA3K5r5e3q3ohipP5ztW4ryUEaYjTO0q9DAFAKML-AEOcO2Q7upbX-c4TLAbhn6AjDHQ8iAfSm299nAz_dXph2PQoM1CZsWAudE_UC/s1600/10estacion.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNqbj0MSepiLU2PzVVmtrwMVWcQ-hmqSWQZDIlhOXA3K5r5e3q3ohipP5ztW4ryUEaYjTO0q9DAFAKML-AEOcO2Q7upbX-c4TLAbhn6AjDHQ8iAfSm299nAz_dXph2PQoM1CZsWAudE_UC/s1600/10estacion.jpg" /></a></div>
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</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<br />
<span style="color: #b45f06; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><b><i>Lectura del libro de los Salmos 22, 19</i></b></span><br />
<br />
<div style="text-align: left;">
<span style="font-size: large;"><i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">repártense entre sí mis vestiduras y se sortean mi túnica.</span></i></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Reflexión </span></b><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Se reparten mi ropa, echan a suerte mi túnica.<br />
<br />
En la plenitud de los tiempos, Señor Jesús, has revestido nuestra humanidad; tú, de quien se dice: «La orla de su manto llenaba el templo» (Is 6,1); ahora, caminas entre nosotros, y los que tocan la orla de tus vestidos quedan curados. Pero has sido despojado también de este vestido, Señor. Te hemos robado el manto, y tú nos has dado también la túnica (cf. Mt 5,40). Has permitido que el velo de tu carne se rasgase para que fuésemos admitidos de nuevo a la presencia del Padre (cf. Hb 10,19-20).<br />
<br />
Creíamos poder realizarnos nosotros mismos, independientemente de ti (cf. Gn 3,4-7). Nos hemos encontrado desnudos, pero tu amor infinito nos ha revestido de la dignidad de hijos e hijas de Dios y de tu gracia santificante.<br />
<br />
Concede, Señor, a los hijos de las Iglesias orientales – despojados por diversas dificultades, a veces incluso por la persecución, y debilitados por la emigración – el valor de permanecer en sus países para anunciar la Buena Noticia.<br />
<br />
Oh Jesús, Hijo del hombre, que te has despojado para revelarnos la nueva criatura resucitada de entre los muertos, arranca en nosotros el velo que nos separa de Dios, y entreteje en nosotros tu presencia divina.<br />
<br />
Concédenos vencer el miedo frente a los sucesos de la vida que nos despojan y nos dejan desnudos, y revestirnos del hombre nuevo de nuestro bautismo, para anunciar la Buena Noticia, proclamando que eres el único Dios verdadero, que guía la historia. Amén.</div>
<br />
<br />
<i>Vía Crucis en el Coliseo 2013, presidido por el Santo Padre Francisco<br />Meditaciones de un grupo de jóvenes libaneses bajo la dirección de Su Beatitud Eminentísima el Señor Cardenal Béchara Boutros Raïs</i><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggSqbqw5fFei128fNjLbLE-FI55mmUWkDx8WIADAP_p-Qd3tfCH69psfgVGp_quZt0uc6w0sdMOFadWaRcRgUEISBr_jUX2HAc6jRubZof4bvPvGbZh_QOE_J8FAEPU3uConQVPCxX2uZg/s1600/09estacion.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggSqbqw5fFei128fNjLbLE-FI55mmUWkDx8WIADAP_p-Qd3tfCH69psfgVGp_quZt0uc6w0sdMOFadWaRcRgUEISBr_jUX2HAc6jRubZof4bvPvGbZh_QOE_J8FAEPU3uConQVPCxX2uZg/s1600/09estacion.jpg" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<br />
<span style="color: #b45f06; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><b><i>Lectura del la segunda carta del apóstol San Pablo a los Corintios 5, 14-15</i></b></span><br />
<br />
<div style="text-align: left;">
<span style="font-size: large;"><i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Porque el amor de Cristo nos apremia al pensar que, si uno murió por todos, todos por tanto murieron. Y murió por todos, para que ya no vivan para sí los que viven, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.</span></i></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Reflexión </span></b><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Nos apremia el amor de Cristo, al considerar que, si uno murió por todos, todos murieron. Y Cristo murió por todos, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para el que murió y resucitó por ellos.<br />
<br />
Por tercera vez, Jesús cae bajo la cruz cargado con nuestros pecados, y por tercera vez intenta alzarse con todas las fuerzas que le quedan, para proseguir el camino hacia el Gólgota, evitando dejarse aplastar y sucumbir a la tentación.<br />
<br />
Desde su encarnación, Jesús lleva la cruz del sufrimiento humano y del pecado. Ha asumido la naturaleza humana de forma plena y para siempre, mostrando a los hombres que la victoria es posible y que el camino de la filiación divina está abierto.<br />
<br />
Señor Jesús, la Iglesia, nacida de tu costado abierto, está oprimida bajo la cruz de las divisiones que alejan a los cristianos unos de otros y de la unidad que tú quisiste para ellos; se han desviado de tu deseo de «que todos sean uno» (Jn 17,21), como tú y el Padre. Esta cruz grava con todo su peso sobre sus vidas y su testimonio común. Frente a las divisiones a las que nos enfrentamos, concédenos, Señor, la sabiduría y la humildad, para levantarnos y avanzar por el camino de la unidad, en la verdad y el amor, sin sucumbir a la tentación de recurrir sólo a los criterios que nacen de intereses personales o sectarios (cf. Exhort. ap. Ecclesia in Medio Oriente, 11).<br />
<br />
Concédenos renunciar a la mentalidad de división «para no hacer ineficaz la cruz de Cristo» (1Co 1,17b). Amén.</div>
<br />
<br />
<i>Vía Crucis en el Coliseo 2013, presidido por el Santo Padre Francisco<br />Meditaciones de un grupo de jóvenes libaneses bajo la dirección de Su Beatitud Eminentísima el Señor Cardenal Béchara Boutros Raïs</i><br />
<a href="http://www.vatican.va/news_services/liturgy/2013/documents/ns_lit_doc_20130329_via-crucis_sp.html" target="_blank"><i>Meditación publicada en la web del Vaticano</i></a><br />
<br />
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Acción Católica General de Madridhttp://www.blogger.com/profile/12472364600405441481noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-652103079747291320.post-2286054844286494452022-03-05T18:26:00.000+01:002022-03-07T23:22:22.729+01:00VIACRUCIS, VIII ESTACIÓN 'JESÚS ENCUENTRA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN QUE LLORAN POR ÉL'<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhN0qTabug2SmzlZiP9v1210Mo84dI-O2fryPiWJm4-kSp6oibhaqsT66ZjXkkZB8kgodylFn8VN_gSS-GY8oKAZu_3tr-0aK_BRR3z5IKbIuWReSf2XVpz3mPEdeTvp94N-uzfTZ3bvyCT/s1600/08estacion.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhN0qTabug2SmzlZiP9v1210Mo84dI-O2fryPiWJm4-kSp6oibhaqsT66ZjXkkZB8kgodylFn8VN_gSS-GY8oKAZu_3tr-0aK_BRR3z5IKbIuWReSf2XVpz3mPEdeTvp94N-uzfTZ3bvyCT/s1600/08estacion.jpg" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<br />
<span style="color: #b45f06; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><b><i>Lectura del Evangelio según San Lucas 23, 27-28</i></b></span><br />
<br />
<div style="text-align: left;">
<span style="font-size: large;"><i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Le seguía una gran multitud del pueblo y mujeres que se dolían y se lamentaban por él. Jesús, volviéndose a ellas, dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos.</span></i></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Reflexión </span></b><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Lo seguía un gran gentío del pueblo, y de mujeres que se golpeaban el pecho y lanzaban lamentos por él. Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos».<br />
<br />
En el camino hacia el Calvario, el Señor encuentra a las mujeres de Jerusalén. Ellas lloran por el sufrimiento del Señor como si se tratase de un sufrimiento sin esperanza. Sólo ven en el madero de la cruz un signo de maldición (cf. Dt 21,23), mientras que el Señor lo ha querido como medio de Redención y de Salvación.<br />
<br />
En la Pasión y Crucifixión, Jesús da su vida en rescate por muchos. Así dio alivio a los oprimidos bajo el yugo y consuelo a los afligidos. Enjugó las lágrimas de las mujeres de Jerusalén y abrió sus ojos a la verdad pascual.<br />
<br />
Nuestro mundo está lleno de madres afligidas, de mujeres heridas en su dignidad, violentadas por las discriminaciones, la injusticia y el sufrimiento (cf. Exhort. ap. Ecclesia in Medio Oriente, 60). Oh Cristo sufriente, sé su paz y el bálsamo de sus heridas.<br />
<br />
Señor Jesús, con tu encarnación en María «bendita entre las mujeres» (Lc 1,42), has elevado la dignidad de toda mujer. Con la Encarnación has unificado el género humano (cf. Ga 3,26-28).<br />
<br />
Señor, que el deseo de nuestro corazón sea el de encontrarnos contigo. Que nuestro camino lleno de sufrimiento sea siempre un itinerario de esperanza, contigo y hacia ti, que eres el refugio de nuestra vida y nuestra Salvación. Amén.</div>
<br />
<br />
<i>Vía Crucis en el Coliseo 2013, presidido por el Santo Padre Francisco<br />Meditaciones de un grupo de jóvenes libaneses bajo la dirección de Su Beatitud Eminentísima el Señor Cardenal Béchara Boutros Raïs</i><br />
<a href="http://www.vatican.va/news_services/liturgy/2013/documents/ns_lit_doc_20130329_via-crucis_sp.html" target="_blank"><i>Meditación publicada en la web del Vaticano</i></a><br />
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Acción Católica General de Madridhttp://www.blogger.com/profile/12472364600405441481noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-652103079747291320.post-65753960441482647452022-03-05T07:30:00.000+01:002022-03-07T23:22:10.264+01:00VIACRUCIS, VII ESTACIÓN 'JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ'<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0Cc2VzXj9j_sQMGr_iX7uiCHtwDJQVqbnJlLABVPQ8WjfVL6476lIx8gOh_TYXlP-4bV3qWnlpQ_FnVkFXeUATqSIwofI0qcmBzAZ7UNvKxLo5Algu5GJsRC2jaCXU_QzYVVdHWBenGke/s1600/07estacion.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0Cc2VzXj9j_sQMGr_iX7uiCHtwDJQVqbnJlLABVPQ8WjfVL6476lIx8gOh_TYXlP-4bV3qWnlpQ_FnVkFXeUATqSIwofI0qcmBzAZ7UNvKxLo5Algu5GJsRC2jaCXU_QzYVVdHWBenGke/s1600/07estacion.jpg" /> </a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Lectura del libro de los <span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>Salmos 22, 8.12</i></span></span></b><br />
<br />
<div style="text-align: left;">
<i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Todos los que me ven de mí se mofan, tuercen los labios, menean la cabeza.¡No andes lejos de mí, que la angustia está cerca, no hay para mí </span></i><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">socorro!</span></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Reflexión </span></b><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Al verme se burlan de mí, hacen visajes, menean la cabeza. Pero tú, Señor, no te quedes lejos, que el peligro está cerca y nadie me socorre.<br />
<br />
Jesús está solo bajo el peso interior y exterior de la cruz. En la caída es cuando el peso del mal se hace demasiado grande, y parece que no hay límite para la injusticia y la violencia.<br />
<br />
Pero él se levanta de nuevo apoyándose en la confianza que tiene en su Padre. Frente a los hombres que lo han abandonado a su suerte, la fuerza del Espíritu lo levanta; lo une completamente a la voluntad del Padre, la del amor que todo lo puede.<br />
<br />
Señor Jesús, en tu segunda caída reconocemos tantas situaciones nuestras que parecen no tener salida. Entre ellas, las causadas por los prejuicios y el odio, que endurece nuestro corazón y lleva a conflictos religiosos.<br />
<br />
Ilumina nuestras conciencias para que reconozcamos que, a pesar de «las divergencias humanas y religiosas», «un destello de verdad ilumina a todos los hombres», llamados a caminar juntos – respetando la libertad religiosa – hacia la verdad que sólo está en Dios. Así, las distintas religiones podrán «unir sus esfuerzos para servir al bien común y contribuir al desarrollo de cada persona y a la construcción de la sociedad» (Exhort. ap. Ecclesia in Medio Oriente, 27-28).<br />
<br />
Ven, Espíritu Santo, a consolar y fortalecer a los cristianos, en particular a los de Oriente Medio, de modo que unidos a Cristo sean testigos de su amor universal en una tierra lacerada por la injusticia y los conflictos. Amén.</div>
<br />
<br />
<i>Vía Crucis en el Coliseo 2013, presidido por el Santo Padre Francisco<br />Meditaciones de un grupo de jóvenes libaneses bajo la dirección de Su Beatitud Eminentísima el Señor Cardenal Béchara Boutros Raïs</i><br />
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</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUexQGNOryv64O0edLcUIdVgdWUmboIfXLXANYUGMF30tW0n1BtqV-3d_ajf2gHFgeK1iEud8vpK_5PUa2mCnVZoA1nRFXDLKQSSzv-FPMlaPJZS4zTaFCArLmlhphZtv9CYOpMqu6qIlb/s1600/06estacion.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUexQGNOryv64O0edLcUIdVgdWUmboIfXLXANYUGMF30tW0n1BtqV-3d_ajf2gHFgeK1iEud8vpK_5PUa2mCnVZoA1nRFXDLKQSSzv-FPMlaPJZS4zTaFCArLmlhphZtv9CYOpMqu6qIlb/s1600/06estacion.jpg" /> </a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Lectura del libro de los <span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>Salmos 27,8-96</i></span></span></b><br />
<br />
<div style="text-align: left;">
<i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Dice de ti mi corazón: «Busca su rostro.» Sí, Yahveh, tu rostro busco: No me ocultes tu rostro. No rechaces con cólera a tu siervo; tú eres mi auxilio. No me abandones, no me dejes, Dios de mi salvación.</span></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Reflexión </span></b><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro». Tu rostro buscaré, Señor. No me escondas tu rostro. No rechaces con ira a tu siervo, que tú eres mi auxilio; no me deseches, no me abandones, Dios de mi salvación.<br />
<br />
La Verónica te ha buscado en medio de la gente. Te ha buscado, y al final te ha encontrado. Mientras tu dolor llegaba al extremo, ha querido aliviarlo enjugándote el rostro con un paño. Un pequeño gesto, que expresaba todo su amor por ti y toda su fe en ti, y que ha quedado impreso en la memoria de nuestra tradición cristiana.<br />
<br />
Señor Jesús, buscamos tu rostro. La Verónica nos recuerda que tú estás presente en cada persona que sufre y que se dirige al Gólgota. Señor, haz que te encontremos en los pobres, en tus hermanos pequeños, para enjugar las lágrimas de los que lloran, hacernos cargo de los que sufren y sostener a los débiles.<br />
<br />
Señor, tú nos enseñas que una persona herida y olvidada no pierde ni su valor ni su dignidad, y que permanece como signo de tu presencia oculta en el mundo. Ayúdanos a lavar de su rostro las marcas de la pobreza y la injusticia, de modo que tu imagen se revele y resplandezca en ella.<br />
<br />
Oremos por todos los que buscan tu rostro y lo encuentran en quienes no tienen hogar, en los pobres, en los niños expuestos a la violencia y a la explotación. Amén.</div>
<br />
<br />
<i>Vía Crucis en el Coliseo 2013, presidido por el Santo Padre Francisco<br />Meditaciones de un grupo de jóvenes libaneses bajo la dirección de Su Beatitud Eminentísima el Señor Cardenal Béchara Boutros Raïs</i><br />
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</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuI6VHlaMdwPIjmwW3l0oef6OJmvA41cH_PGAXzHBOQsih-tM-EwpW8idWhfVrrmT9hmRAKJ5iE90pnfjsvlD9PNZ-tBQ2OXKOk-F5SEpqzD6z9YiMV_W5rIsxKwxRQkKGysjFKJEKEN73/s1600/05estacion.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuI6VHlaMdwPIjmwW3l0oef6OJmvA41cH_PGAXzHBOQsih-tM-EwpW8idWhfVrrmT9hmRAKJ5iE90pnfjsvlD9PNZ-tBQ2OXKOk-F5SEpqzD6z9YiMV_W5rIsxKwxRQkKGysjFKJEKEN73/s1600/05estacion.jpg" /> </a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Lectura del Evangelio según <span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>san Lucas 23, 26</i></span></span></b><br />
<br />
<div style="text-align: left;">
<i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Cuando le llevaban, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le cargaron la </span></i><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">cruz para que la llevará detrás de Jesús.</span></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Reflexión </span></b><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Mientras lo conducían, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que volvía del campo, y le cargaron la cruz, para que la llevase detrás de Jesús.<br />
<br />
El encuentro de Jesús con Simón de Cirene es un encuentro silencioso, una lección de vida: Dios no quiere el sufrimiento y no acepta el mal. Lo mismo vale para el ser humano. Pero el sufrimiento, acogido con fe, se trasforma en camino de salvación. Entonces lo aceptamos como Jesús, y ayudamos a llevarlo como Simón de Cirene.<br />
<br />
Señor Jesús, tú has hecho que el hombre tomara parte en llevar tu cruz. Nos has invitado a compartir tu sufrimiento. Simón de Cirene es uno de nosotros, y nos enseña a aceptar la cruz que encontramos en el camino de la vida.<br />
<br />
Señor, siguiendo tu ejemplo, también nosotros llevamos hoy la cruz del sufrimiento y de la enfermedad, pero la aceptamos porque tú estás con nosotros. Ésta nos puede encadenar a una silla, pero no impedirnos soñar; puede apagar la mirada, pero no herir la conciencia; puede dejar sordos los oídos, pero no impedirnos escuchar; atar la lengua, pero no apagar la sed de verdad. Puede adormecer el alma, pero no robar la libertad.<br />
<br />
Señor, queremos ser tus discípulos para llevar tu cruz todos los días; la llevaremos con alegría y con esperanza para que tú la lleves con nosotros, porque tú has alcanzado para nosotros el triunfo sobre la muerte.<br />
<br />
Te damos gracias, Señor, por cada persona enferma y que sufre, que sabe ser testigo de tu amor, y por cada «Simón de Cirene» que pones en nuestro camino. Amén.</div>
<br />
<br />
<i>Vía Crucis en el Coliseo 2013, presidido por el Santo Padre Francisco<br />Meditaciones de un grupo de jóvenes libaneses bajo la dirección de Su Beatitud Eminentísima el Señor Cardenal Béchara Boutros Raïs</i><br />
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</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgV9mhJrYlobsznHcMlyl920aNazr5v5e-Dla_iUXfu8hdH4N1vwrxixSfWdIxfWnGFC_9a4mzbN0ZTo2pqKM-Ha9i8yt6XYqfKvnwuHZTth6oLUFJd9AOpoFvXSFNv2ludHKXhS3ypyogL/s1600/04estacion.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgV9mhJrYlobsznHcMlyl920aNazr5v5e-Dla_iUXfu8hdH4N1vwrxixSfWdIxfWnGFC_9a4mzbN0ZTo2pqKM-Ha9i8yt6XYqfKvnwuHZTth6oLUFJd9AOpoFvXSFNv2ludHKXhS3ypyogL/s1600/04estacion.jpg" /> </a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Lectura del Evangelio según <span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>san Lucas 2,34-35.51b</i></span></span></b><br />
<br />
<div style="text-align: left;">
<i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción.<br />¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.<br />Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Reflexión </span></b><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Éste ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción, y a ti misma una espada te traspasará el alma, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones». Su madre conservaba todo esto en su corazón.<br />
<br />
Herido y sufriendo, llevando la cruz de todos los hombres, Jesús encuentra a su madre y, en su rostro, a toda la humanidad.<br />
<br />
María, Madre de Dios, ha sido la primera discípula del Maestro. Al acoger la palabra del ángel, ha encontrado por primera vez al Verbo encarnado y se ha convertido en templo del Dios vivo. Lo ha encontrado sin comprender cómo el Creador del cielo y de la tierra ha querido elegir a una joven, una criatura frágil, para encarnarse en este mundo. Lo ha encontrado en una búsqueda constante de su rostro, en el silencio del corazón y en la meditación de la Palabra. Creía ser ella quien lo buscaba, pero, en realidad, era él quien la buscaba a ella.<br />
<br />
Ahora, mientras lleva la cruz, la encuentra.<br />
<br />
Jesús sufre al ver a su madre afligida, y María viendo sufrir a su Hijo. Pero de este común sufrimiento nace la nueva humanidad. «Paz a ti. Te suplicamos, oh Santa llena de gloria, siempre Virgen, Madre de Dios, Madre de Cristo. Eleva nuestra oración a la presencia de tu amado Hijo para que perdone nuestros pecados» (Theotokion del Orologion copto, Al-Aghbia 37).<br />
<br />
Señor Jesús, también nosotros sentimos en nuestras familias los sufrimientos que los padres causan a sus hijos y éstos a sus padres. Señor, haz que en estos tiempos difíciles nuestras familias sean lugar de tu presencia, de modo que nuestros sufrimientos se transformen en alegría. Sé tú la fuerza de nuestras familias y haz que sean oasis de amor, paz y serenidad, a imagen de la Sagrada Familia de Nazaret. Amén.</div>
<br />
<br />
<i>Vía Crucis en el Coliseo 2013, presidido por el Santo Padre Francisco<br />Meditaciones de un grupo de jóvenes libaneses bajo la dirección de Su Beatitud Eminentísima el Señor Cardenal Béchara Boutros Raïs</i><br />
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</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvyHx3IxN9LYWF1gniMwFXEQfQd9lS3fwJTMLx4WF5Bvp1BZhkkPaytAiRIMLt3Tjs_8R2Q0ChIVrF6KbuHOD34CbDWf0q8h0dmaRi7dTBLfbm8RT1QZmKnWi-9VlMDF32wAbTYPMBPMZ-/s1600/03estacion.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvyHx3IxN9LYWF1gniMwFXEQfQd9lS3fwJTMLx4WF5Bvp1BZhkkPaytAiRIMLt3Tjs_8R2Q0ChIVrF6KbuHOD34CbDWf0q8h0dmaRi7dTBLfbm8RT1QZmKnWi-9VlMDF32wAbTYPMBPMZ-/s1600/03estacion.jpg" /> </a></div>
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<br /></div>
<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Lectura del profeta Isaías 53, 5</span></b><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El ha sido herido por nuestras rebeldías, molido por nuestras culpas. El soportó el castigo que nos trae la paz, y con sus cardenales hemos sido curados.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
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</div>
<br />
<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Reflexión </span></b><br />
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Pero Él fue traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Nuestro castigo saludable cayó sobre Él, sus cicatrices nos curaron.<br />
<br />
Aquél que tiene las luminarias del cielo en la palma de su mano divina, y ante el cual tiemblan las potencias celestes, cae por tierra sin protegerse bajo el pesado yugo de la cruz.<br />
<br />
Aquél que ha traído la paz al mundo, herido por nuestros pecados, cae bajo el peso de nuestras culpas.<br />
<br />
«Mirad, oh fieles, nuestro Salvador que avanza por la vía del Calvario. Oprimido por amargos sufrimientos, las fuerzas le abandonan. Vamos a ver este increíble evento que sobrepasa nuestra comprensión y es difícil de describir. Temblaron los fundamentos de la tierra y un miedo terrible se apoderó de los que estaban allí cuando su Creador y Dios fue aplastado bajo el peso de la cruz y se dejó conducir a la muerte por amor a toda la humanidad» (Liturgia caldea).<br />
<br />
Señor Jesús, levántanos de nuestras caídas, reconduce nuestro espíritu extraviado a tu Verdad. No permitas que la razón humana, que tú has creado para ti, se conforme con las verdades parciales de la ciencia y de la tecnología sin intentar siquiera plantearse las preguntas fundamentales sobre el sentido y la existencia (cf. Carta ap. Porta fidei, 12).<br />
<br />
Concédenos, Señor, abrirnos a la acción de tu Santo Espíritu, de modo que nos conduzca a la plenitud de la verdad. Amén.</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
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<br />
<br />
<i>Vía Crucis en el Coliseo 2013, presidido por el Santo Padre Francisco<br />Meditaciones de un grupo de jóvenes libaneses bajo la dirección de Su Beatitud Eminentísima el Señor Cardenal Béchara Boutros Raïs</i><br />
<a href="http://www.vatican.va/news_services/liturgy/2013/documents/ns_lit_doc_20130329_via-crucis_sp.html" target="_blank"><i>Meditación publicada en la web del Vaticano</i></a><br />
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Acción Católica General de Madridhttp://www.blogger.com/profile/12472364600405441481noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-652103079747291320.post-69630449989242467442022-03-02T01:30:00.000+01:002022-03-07T21:23:16.810+01:00VIACRUCIS, II ESTACIÓN 'JESÚS CON LA CRUZ A CUESTAS'<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjZv88b7yxy3ULF-tXnvsV_z1uvtFkyAmDZyomdltVlPHcgwxTJvpJAedGYAYwkrXWfjYSMSb8szM3nXTrbwyjTty2UBoZnXGRqmqsU34vIALCOVvGZDy2iBAZ4yJirGbsAFOReWwCjSKu/s1600/02estacion.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjZv88b7yxy3ULF-tXnvsV_z1uvtFkyAmDZyomdltVlPHcgwxTJvpJAedGYAYwkrXWfjYSMSb8szM3nXTrbwyjTty2UBoZnXGRqmqsU34vIALCOVvGZDy2iBAZ4yJirGbsAFOReWwCjSKu/s1600/02estacion.jpg" /> </a></div>
<br />
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<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Lectura del Evangelio según san Marcos 15, 20</span></b><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron la púrpura, le pusieron sus ropas y le sacan fuera para crucificarle.</span></i></div>
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<br />
<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Reflexión </span></b><br />
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Terminada la burla, le quitaron la púrpura y le pusieron su ropa. Y lo sacaron para crucificarlo.<br />
<br />
Jesucristo se encuentra ante unos soldados que creen tener todo el poder sobre él, mientras que él es aquel por medio del cual «se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho» (Jn 1,3).<br />
<br />
En todas las épocas, el hombre ha creído poder sustituir a Dios y determinar por sí mismo el bien y el mal (cf. Gn 3,5), sin hacer referencia a su Creador y Salvador. Se ha creído omnipotente, capaz de excluir a Dios de su propia vida y de la de sus semejantes, en nombre de la razón, el poder o el dinero.<br />
<br />
También hoy el mundo se somete a realidades que buscan expulsar a Dios de la vida del mundo, como el laicismo ciego que sofoca los valores de la fe y de la moral en nombre de una presunta defensa del hombre; o el fundamentalismo violento que toma como pretexto la defensa de los valores religiosos (cf. Exhort. ap. Ecclesia in Medio Oriente, 29).<br />
<br />
Señor Jesús, tú que has asumido la humillación y te has identificado con los débiles, te confiamos a todos los hombres y a todos los pueblos humillados y que sufren, en especial los del atormentado Oriente. Concédeles que obtengan de ti la fuerza para poder llevar contigo su cruz de esperanza. Nosotros ponemos en tus manos todos aquellos que están extraviados, para que, gracias a ti, encuentren la verdad y el amor. Amén.</div>
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<br />
<br />
<i>Vía Crucis en el Coliseo 2013, presidido por el Santo Padre Francisco<br />Meditaciones de un grupo de jóvenes libaneses bajo la dirección de Su Beatitud Eminentísima el Señor Cardenal Béchara Boutros Raïs</i><br />
<a href="http://www.vatican.va/news_services/liturgy/2013/documents/ns_lit_doc_20130329_via-crucis_sp.html" target="_blank"><i>Meditación publicada en la web del Vaticano</i></a><br />
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Acción Católica General de Madridhttp://www.blogger.com/profile/12472364600405441481noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-652103079747291320.post-21944409979193972722022-03-01T14:20:00.000+01:002022-03-07T21:22:26.834+01:00VIACRUCIS, I ESTACIÓN 'JESÚS ES CONDENADO A MUERTE'<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhB4TnvYCQDB-UJgM9fXhIk0s8lOtincsjWccJP_3Qn6cC48f0I_HHJlFFznhVlOZyy3BAsCvmXYX4cOhtkAt_5AFLikpSLoNWtrydN3owx9-aN7bKbBr1QlaCq6YPIu6jN4Ke8D-mqLtgZ/s1600/01estacion.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhB4TnvYCQDB-UJgM9fXhIk0s8lOtincsjWccJP_3Qn6cC48f0I_HHJlFFznhVlOZyy3BAsCvmXYX4cOhtkAt_5AFLikpSLoNWtrydN3owx9-aN7bKbBr1QlaCq6YPIu6jN4Ke8D-mqLtgZ/s1600/01estacion.jpg" /> </a></div>
<br />
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<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Lectura del Evangelio según san Marcos 15,12-15</span></b><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Pero Pilato les decía otra vez: «Y ¿qué voy a hacer con el que llamáis el Rey de los judíos?». La gente volvió a gritar: «¡Crucifícale!». Pilato les decía: «Pero ¿qué mal ha hecho?» Pero ellos gritaron con más fuerza: «Crucifícale!». </span></i><br />
<i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Pilato, entonces, queriendo complacer a la gente, les soltó a Barrabás y entregó a Jesús, después de azotarle, para que fuera crucificado.</span></i></div>
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<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Reflexión </span></b><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Pilato tomó de nuevo la palabra y les preguntó: «¿Qué hago con el que llamáis rey de los judíos?» Ellos gritaron de nuevo: «Crucifícalo». Y Pilato, queriendo complacer a la gente, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran.<br />
<br />
Ante Pilato, que ostenta el poder, Jesús debía de haber obtenido justicia. Pilato tenía en efecto el poder de reconocer la inocencia de Jesús y de liberarlo. Pero el gobernador romano prefiere servir la lógica de sus intereses personales, y se somete a las presiones políticas y sociales. Condenó a un inocente para agradar a la gente, sin secundar la verdad. Entregó a Jesús al suplicio de la cruz, aun sabiendo que era inocente… antes de lavarse las manos.<br />
<br />
En nuestro mundo contemporáneo, muchos son los «Pilato» que tienen en las manos los resortes del poder y los usan al servicio de los más fuertes. Son muchos los que, débiles y viles ante estas corrientes de poder, ponen su autoridad al servicio de la injusticia y pisotean la dignidad del hombre y su derecho a la vida.<br />
<br />
Señor Jesús, no permitas que seamos contados entre los injustos. No permitas que los fuertes se complazcan en el mal, en la injusticia y en el despotismo. No permitas que la injusticia lleve a los inocentes a la desesperación y a la muerte. Confírmales en la esperanza e ilumina la conciencia de aquellos que tienen autoridad en este mundo, de modo que gobiernen con justicia. Amén.</div>
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<br />
<br />
<i>Vía Crucis en el Coliseo 2013, presidido por el Santo Padre Francisco<br />Meditaciones de un grupo de jóvenes libaneses bajo la dirección de Su Beatitud Eminentísima el Señor Cardenal Béchara Boutros Raïs</i><br />
<a href="http://www.vatican.va/news_services/liturgy/2013/documents/ns_lit_doc_20130329_via-crucis_sp.html" target="_blank"><i>Meditación publicada en la web del Vaticano</i></a><br />
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Acción Católica General de Madridhttp://www.blogger.com/profile/12472364600405441481noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-652103079747291320.post-7829762859665183822019-11-03T23:31:00.000+01:002020-01-12T23:32:46.404+01:00Pedro, roca de la Iglesia<i>NOTAS PARA EL RETIRO <br />Noviembre 2019</i><br />
<br />
<br />
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<i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSQD_DFIojdj62Ml3YsgGGfiqZo6kVFIOYRQnE0BA4vSy6PlblD-nVXz3WyjHcxIYp4bHpPjNc4awWntLulZBnaWpFaExRWxIvdK7CmZmZVpse3aN7XdsBxA6lZ8aTd7q82HZrIGcgAOMz/s1600/retiro-nov-19.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="677" data-original-width="1000" height="432" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSQD_DFIojdj62Ml3YsgGGfiqZo6kVFIOYRQnE0BA4vSy6PlblD-nVXz3WyjHcxIYp4bHpPjNc4awWntLulZBnaWpFaExRWxIvdK7CmZmZVpse3aN7XdsBxA6lZ8aTd7q82HZrIGcgAOMz/s640/retiro-nov-19.jpg" width="640" /></a></i></div>
<br />
<br />
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<br />
<h2>
Pedro, roca de la Iglesia</h2>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Al igual que el misterio de la salvación de los hombres es un camino de abajamiento, de humildad, por parte de Jesucristo, de la misma forma ha de ser en sus discípulos: para poder presentarse como apóstoles del Hijo de Dios, su camino ha de ser de la misma manera, en la misma dirección. En san Pedro vemos cómo el seguimiento del Señor consiste en un camino de humildad. De hecho, en la humildad está la prueba que permite valorar si uno está en condiciones de aceptar la misión que se le va a encomendar.<br />
<br />
Pedro es un pescador que asume una tarea complicada. Jesús le convierte en el primero entre iguales (Mt 16). Y no sólo para mientras el Maestro está, sino también para cuando no esté. Eso supone que va a tener que ser muy fuerte, porque las dificultades van a surgir más pronto que tarde. ¿De dónde sacar esa fuerza? ¿Cómo podrá soportar la responsabilidad, la urgencia, cada circunstancia? He aquí que, en cuanto se enfrenta a la primera situación realmente comprometida, descubre que no es tan fácil; así le sucede en las negaciones (Mt 26,69-75). Según tiene que afrontar la situación, queda solo y cae. <br />
<br />
<span style="color: #351c75;"><i>¿No nos repetimos a nosotros mismos lo fuertes que tenemos que ser ante las responsabilidades? ¿Afronto las circunstancias como el que tiene que sostener o como el que tiene que ser sostenido? ¿Qué realidades de mi propia vida me invitan a cargar con todo y seguir adelante, consciente del gran esfuerzo que hago? ¿En cuáles Dios es una ayuda y en cuales me sostiene?</i></span><br />
<br />
Así que Pedro va a tener que aceptar que es, a la vez, un creyente y un pecador. Un creyente porque el que lo lleva es el Señor, el que lo guía y conforta es Cristo, un pecador porque la relación con Cristo conlleva una experiencia necesaria de arrepentimiento y de perdón. Pedro tiene que aceptar que va a fallar a Jesús, pero que Jesús le perdona. Pedro tiene que asumir que es un pecador, pero un pecador creyente, que espera de Jesús lo que él mismo no puede darse, la santidad y la gracia. Cuando Pedro escucha el canto del gallo y cae en la cuenta de lo que ha hecho, de que ha puesto por encima su visión de las cosas, de que ha querido que las cosas sean a su manera, sin pasar por el misterio pascual, la traición del pecado le abre a un nuevo mundo, un mundo significado por la confusión. ¿Cómo puede ser? Yo, con lo que quiero a Dios… ¿Cómo he podido? El corazón experimenta la humillación, se encuentra deshecho, desolado. Quebrantado. “Hecho trizas” dice literalmente el salmo 50. Es la angustia de la tentación que se avecina o de la tentación en la que ya se ha caído.<br />
<br />
No nos resulta difícil, tan acostumbrados que estamos a contemplar ese pasaje evangélico, imaginar a Pedro en esa situación interior, en esa angustia y esa desorientación de quien ha cometido un pecado, de quien ha sido vencido por la tentación y ha negado a su Señor. No nos resultará tampoco difícil vernos a nosotros mismos en esa situación. Un autor antiguo lo explica así: Cuando aparezca la tentación “te encontrarás ante ella como un niño que no sabe a dónde volver la cabeza. Todo tu saber se convertirá en confusión, como el de un niño pequeño. Y tu espíritu, que parecía tan sólidamente enraizado en Dios, tu conocimiento tan claro, tu pensamiento tan equilibrado, se sumergirán en un océano de dudas”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="color: #351c75;"><i>¿He experimentado esa traición a Jesús? ¿He rechazado sus planes últimamente, eligiendo algo más cómodo, más razonable, más tranquilo? ¿Cómo me doy cuenta de mi error, de mi traición? ¿En qué ámbitos de mi vida me cuesta más asumir que en el camino oscuro me guía el Señor, y me empeño en que las cosas sean a mi manera? ¿Deseo cambiar o ya me he acostumbrado?</i></span><br />
<br />
La cuestión fundamental es que, en esa situación, el hombre se ve inserto en la dinámica pascual, muerte y resurrección, que tiene que aceptar en su vida y reconocer como fundamental para su salvación. Pero aún “no ha bajado suficientemente”, y tiene que hacerlo aún más para recibir la vida: ¿Cómo sale Pedro de ahí? ¿Cómo salir nosotros? Este mismo autor termina este texto diciendo: “Una sola cosa te ayudará entonces a vencer las dudas: la humildad. En cuanto te dejes sumergir en ella, todo el poder de las tentaciones se desvanece”. Esto significa que no tenemos que salir huyendo ante la humillación, sino que tenemos que, por decirlo de alguna forma, abrazarla, quererla. Solamente así el corazón de piedra se destruye y se convierte en el corazón de carne que había, pero que estaba tapado por defensas y seguridades propias. Si ante la tentación nos humillamos, si aceptamos bajar todavía más, entonces el Señor nos protege. El orgullo nos hace creer que podemos vencer esa tentación, puntual o constante, con nuestras propias fuerzas, por nosotros mismos, tomando decisiones tranquilas, pausadas, equilibradas… como en un ejercicio de voluntarismo y de razón. Si la tentación conduce al pecado no es, por lo general, por una falta de generosidad, sino que muchas veces es por una carencia de humildad. Pero en quien actúa con humildad, la confianza inquebrantable en la misericordia de Dios se convierte en la fuerza capaz de levantarnos en nuestras caídas.<br />
<br />
Así que Pedro tiene que recorrer, entonces, un doble camino: dejarse perdonar por el Señor, y aceptar perdonarse a sí mismo. Ese camino supone aceptar que Él no va a realizar su misión por su propia capacidad; su propia capacidad ya se ha venido abajo, ha quedado reducida a ruinas. Va a ser el Señor el que le fortalezca y sostenga en su debilidad, el que construya esa fuerza necesaria para creer y responder como debe. En definitiva, Pedro va a experimentar que su misión sólo puede realizarse desde la humildad si quiere transparentar la gloria de Dios. <br />
<br />
<span style="color: #351c75;"><i>¿Afronto con humildad mis caídas y negaciones, o desde la vanidad que nos produce rabia, un enfado grande por no haber sido capaces, valientes? ¿Me dura el cabreo o la decepción como para que afecte a los demás, o acepto que a mi debilidad sale Jesús al encuentro para levantarme, como en mi propia resurrección? ¿Busco quien me apoye para mantenerme en mi postura, o busco quien me levante en mi debilidad, en mi aparente fortaleza? ¿Qué me cuesta más, dejarme perdonar por el Señor, o perdonarme a mí mismo mi nueva caída? ¿Acepto humildemente nuevos medios a mis negaciones, o me conformo con hacer siempre lo mismo? ¿Vivo en mi vida la relación del perdón con la misión, o planteo mi misión en la Iglesia y el mundo al margen de la Pascua, del perdón de Cristo?</i></span><br />
<br />
San Basilio de Cesarea, en una homilía comentando el pasaje de las negaciones de Pedro, dice: “El Señor lo abandonó entonces a su debilidad de hombre y llegó a renegar de él, pero su caída lo volvió sabio y lo hizo ponerse en guardia. Aprendió a tratar con indulgencia a los débiles al haber conocido él mismo su propia debilidad y desde ese mismo momento supo con toda claridad y certeza que gracias a la fuerza de Cristo, había sido preservado cuando estaba en peligro de muerte por su falta de fe. La humildad es la que libera a quien ha pecado muchas veces y gravemente”. Pero, ¿en qué consiste esta humildad? ¿Cómo se alcanza? La humildad es la virtud que nos ofrece una visión real de la vida y de nuestras cosas. “Andar en la verdad”, dice santa Teresa de Jesús. Cuando la soberbia, el pecado, aparecen en el corazón humano, desvirtúan la realidad, la cambian, la adaptan a los intereses del tentador, por muy sensato que parezca lo que estamos pensando, porque ya no lo pensamos para descubrir la verdad, sino para encontrar nuestra propia verdad, para reafirmarnos en lo que queremos. Sin embargo, la humildad nos permite reconocer lo que es de Dios y lo que es nuestro, nos permite aceptar que sólo Dios es santo, y nosotros unos pobres pecadores, sus siervos. Santa Teresa de Jesús dice en el Libro de la Vida: “Fatígame, Señor, aun decir esto, porque sé que fue mía toda la culpa; porque no me parece os quedó a Vos nada por hacer para que desde esta edad no fuera toda vuestra”. Cuando la misma santa Teresa cuenta el relato de su conversión definitiva a Dios, lo primero que ella reconoce es la impresión causada por el amor del Redentor, que ha probado el sufrimiento y la cruz por nosotros. Sólo a la luz de este amor nace el verdadero dolor por los pecados, el arrepentimiento por la ingratitud personal, por haber fallado a Dios, por elegirle a medias, poniéndole condiciones. Sólo a la luz de ese amor, y arrepentidos, puede nacer en nosotros el deseo de entregarle a Dios lo que nos hace caer, confiarnos en sus manos, y no en lo que nos guardamos cada uno de nosotros.<br />
<br />
El amor del Señor no nos hace olvidar nuestras faltas, poner nuestra confianza en el amor del crucificado no significa sacar de nuestra conciencia nuestro pecado: nos sirve para ver nuestra fragilidad, la facilidad con la que hacemos la vida a nuestra manera a pesar de ser iluminados por un amor más fuerte y que nos quiere sostener. Es lógico el miedo a recaer, pero el amor de Dios pide que nos lancemos confiados en sus manos, que no nos fiemos de nuestras fuerzas. Por eso, acoger, aceptar el amor de Dios que se nos ha dado, nos permite ver el pecado como pecado condenado por el amor de Dios. Pedro aprende también así, desde el amor que Jesús le muestra a la orilla del lago (Jn 21), cómo cura el amor de Dios, de qué forma quiere actuar en él para que, desde la humildad, evite el escándalo. Así, Pedro aprende que el misterio de la muerte y resurrección de Cristo se realizan constantemente en su propia vida, invitándole a la humildad y a confiar.<br />
<br />
<br />
<span style="color: #351c75;"><i>¿Acepto este camino del Señor como el único válido para seguirle por la vida? ¿Qué me hace resistirme, me dificulta la fe? ¿Quién me ayuda a confiar, me habla de creer, de dejarme en los brazos del Señor, que nos cuida bien? ¿Reconozco cómo me construye esa forma de seguir al Señor para no empeñarme en lo mío, sino ablandar mi corazón a su cuidado?</i></span></div>
Acción Católica General de Madridhttp://www.blogger.com/profile/12472364600405441481noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-652103079747291320.post-85726719669535818242019-10-01T22:58:00.000+02:002020-01-12T23:32:17.633+01:00Los apóstoles, testigos y enviados de Cristo<i>NOTAS PARA EL RETIRO <br />Octubre 2019</i><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0QMkEljPSRaNGgDpsZXIMF3oHGBjLb7LS0qVeK1Z0p2h6em-SJqwFgYyxEakRWe507JLcVUoTY9nlmv6LFv3vGPvJ1yURvVkJuF5M2acBgipICezOmwj-3U1olkboQDzvi3lxJainnL2z/s1600/retiro-octubre19.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="677" data-original-width="1000" height="432" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0QMkEljPSRaNGgDpsZXIMF3oHGBjLb7LS0qVeK1Z0p2h6em-SJqwFgYyxEakRWe507JLcVUoTY9nlmv6LFv3vGPvJ1yURvVkJuF5M2acBgipICezOmwj-3U1olkboQDzvi3lxJainnL2z/s640/retiro-octubre19.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<h2>
Tentaciones con respecto a la Iglesia</h2>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Cierra san Juan su evangelio advirtiendo de la inmensa cantidad de experiencias que los apóstoles vivieron junto al Señor durante su vida terrena. Podríamos pensar que nuestro día a día en la Iglesia, como creyentes siguiendo al Señor, es el eco de aquel big bang que supuso la experiencia de los doce con el Maestro. Aquel universo en expansión nos incluye y alcanza, y la relación recién creada de los hombres con el Salvador se prolonga en la historia gracias al sí misterioso de aquellos hombres que aceptaron una llamada culminante: el hombre, creado por Dios, puede compartir su vida con Dios, y comunicar, por sus palabras y obras, el contenido de esa vida. La relación creada con los discípulos nos alcanza a nosotros, no es casual. Contiene la voluntad de Dios sobre nosotros, que nos es comunicada a su tiempo. Tanto es así, que la relación creada mantiene una estructura eclesial: no es una relación aislada en el mundo o la historia, sin relación con nada ni nadie. Es, en realidad, una llamada a ser en la Iglesia, a vivir en la relación con la Iglesia, desde los primeros llamados, hasta los recién bautizados de nuestras parroquias.<br />
<br />
Aprender el tiempo desde la perspectiva de Dios, valorarnos en aquella relación, en aquella llamada, nos permitirá afrontar nuestro ser en la Iglesia en su sentido amplio: no consiste en un grupo, en un cura, en una ideología, en una actividad. Todo eso es pasajero y así debemos vivirlo. Comencemos por leer la llamada de los Doce, en la que Cristo inaugura un grupo especial, fundamento de nuestra fe (Mc 3,13 s.). En ese silencio de los discípulos se encierra el misterio: estamos necesitados de aprender a responder, porque no sabemos. Una respuesta que no se refiere a hoy, sino a cada hoy, a siempre. Igual que la llamada no es para hoy. Es de siempre. <br />
<br />
<span style="color: #351c75;"><i>¿Cuál es mi experiencia cuando leo el texto? ¿Soy capaz de contemplarlo en el silencio, desde lo que no alcanzo a ver? ¿Qué forma de asumir la llamada tienen los discípulos en el monte? Ellos no ven lo que hay por delante: ¿valoro su fe, su decisión? ¿Entiendo mi llamada en la Iglesia y solo en ella, o pretendo verme al margen, diferente? </i></span><br />
<br />
La soledad con la que Cristo ora en el monte, durante la noche, antes de llamar a los discípulos, manifiesta todo lo anterior, la llamada amorosa deseada desde antes del tiempo: es la presencia de Dios entre los hombres, su palabra misteriosa, la que de verdad reúne y da identidad a los discípulos, a la vez que les invita a entrar en un camino de confianza en Dios que les ayuda a aceptar sus ritmos y formas.<br />
El testimonio será dado por discípulos, pero siempre en coherencia con la forma original, con Cristo. Esto ayuda a que, en muchas ocasiones, podamos decir que hay cosas que “son de Dios” y “otras que no”: es la convivencia la que revela lo que es propio de Dios y lo que no lo es. Aquí se dará una continuidad. Eso sí, cada receptor de ese testimonio ofrecerá el suyo a su manera, en su contexto, con sus formas. Aquí se dará una discontinuidad. Cristo respeta la personalidad y la libertad de los que llama, convirtiéndolas en cauces que muestran con belleza un conjunto armónico y misterioso, universal a la vez que concreto, los fundamentos de la Iglesia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="color: #351c75;"><i>¿Acepto las particularidades de la Iglesia de hoy, de sus miembros, tal y como acepto las de los primeros discípulos? ¿Reconozco y agradezco la catolicidad de la Iglesia, de sus testimonios y miembros, que me hace a mí partícipe de la buena noticia del evangelio? ¿Qué dificultades encuentro a la hora de salir de mi propia experiencia y conocer la amplitud de la Iglesia unida por la llamada del Señor? ¿Vivo y acepto esa libertad en los miembros de la Iglesia, o la vivo para mí y me cuesta para los demás?</i></span><br />
<br />
La llamada a los apóstoles es una llamada al testimonio. La fe de los discípulos no se separa en ningún momento del testimonio que puedan dar. Acompañar a Jesús es aprender la tarea evangelizadora, no es ir de brazos cruzados. El discípulo se acerca a Jesús, habla con Él, lo admira, lo quiere cada vez más, “lucha” con Él, pero sabe que esa relación personal conlleva una llamada a ofrecer esa relación personal a todos: Jesús no busca un grupo para no estar solo, busca un grupo con el que ser conocido, para que conocido Él, sean conocidos el Padre y su salvación. En los pequeños gestos cotidianos y en las grandes decisiones, los discípulos han de ofrecer a Jesús. No se le guarda para grandes momentos, pues Jesús no se ha mostrado en grandes momentos solamente, sino en la vida cotidiana.<br />
<br />
Por eso, la misión requiere una profunda interiorización del don del Espíritu, que alcanza lo más profundo de cada apóstol, y cuanto más profundo alcanza, más fuerte es el vínculo y más fácil es que aparezca en cada palabra o acción. Una tradición oral y una tradición escrita, como la Iglesia reconoce, son la prueba de que han recibido el Espíritu Santo en lo más profundo de su ser, y se han visto afectados en todo lo vivido. <br />
<br />
<span style="color: #351c75;"><i>¿De qué forma van asumiendo los discípulos con el Señor su misión? ¿Experimentan éxitos y fracasos? ¿Cómo los afrontan? ¿Esa vida que evangeliza está asumida en mí? ¿Soy superficial en mis acciones creyentes, me salen solas o tengo que pensarlas? ¿Cuáles son las que me salen más fácilmente y a cuáles tengo que dar mil vueltas? ¿Me encomiendo al Espíritu Santo y trabajo mis puntos débiles, o soy dejado para crecer en la fe? ¿Mi grupo es para vivir el evangelio o para vencer mi soledad, mi aburrimiento?</i></span><br />
<br />
El testimonio de los apóstoles es también manifestación de una fraternidad: creer en Cristo y seguir a Cristo supone entrar en una forma concreta de relacionarse. Hermanos en Cristo. Biorritmos, manías, particularidades, acentos, todo queda integrado en la convivencia con el Señor, pasando a un segundo plano, por detrás de la voluntad del Señor y de su misión. Los apóstoles tienen que aprenderlo y tienen que enseñarlo. La sabiduría de nuestro tiempo opta por el individualismo, parte del principio de que los otros molestan para vivir la fe, ya sea en misa ya sea en mi trabajo. Esta sabiduría no es cristiana: Cristo ha creado un grupo de Doce no para tener más gente, sino para que experimenten y reflejen la comunión en la Iglesia celeste. El cielo no es estar solo, no es estar con quien uno elige, no es que no estén quienes no me parece: el cielo es la comunión con Cristo y los hermanos. La Iglesia es, en su origen, comunidad fraterna y peregrina. Nadie va solo, nadie cree solo, nadie se salva solo. Y aún más: nadie se salva apartando a otros, separando a los que no me van.<br />
<br />
En los otros, y en la relación con los otros, se nos ofrece la vivencia del misterio pascual, donde uno puede reconocer a Cristo en el ejercicio de negarse a uno mismo, o reconocerlo en el servicio al prójimo, o donde uno puede alcanzar los orígenes de la fe en Cristo en el ejercicio de confiarse a la comunidad y crecer en relación con los otros. De forma misteriosa, cuando uno realiza estos ejercicios, se descubre en medio de una continuidad temporal: sí, aquella era mi Iglesia, yo formo parte de aquellos con los que Jesús comenzó su preciosa tarea. Esta certeza es necesaria ante las dificultades y pruebas de la vida, ante los escándalos que en el seno de la Iglesia nos tientan, ante las debilidades que tantas veces nos cuestan y nos hacen más difícil seguir.<br />
<br />
<br />
<span style="color: #351c75;"><i>¿De
qué forma van asumiendo los discípulos con el Señor su misión?
¿Experimentan éxitos y fracasos? ¿Cómo los afrontan? ¿Esa vida que
evangeliza está asumida en mí? ¿Soy superficial en mis acciones
creyentes, me salen solas o tengo que pensarlas? ¿Cuáles son las que me
salen más fácilmente y a cuáles tengo que dar mil vueltas? ¿Me
encomiendo al Espíritu Santo y trabajo mis puntos débiles, o soy dejado
para crecer en la fe? ¿Mi grupo es para vivir el evangelio o para vencer
mi soledad, mi aburrimiento?</i></span></div>
Acción Católica General de Madridhttp://www.blogger.com/profile/12472364600405441481noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-652103079747291320.post-12699164474179251112019-09-03T21:13:00.000+02:002019-09-03T23:51:09.313+02:00Notas para Retiros Espirituales sobre la Iglesia. Curso 2018/2019<i>NOTAS PARA EL RETIRO. </i><br />
<i></i><br />
<i>Curso 2018 - 2019</i><br />
<b><br /></b>
<b>Estas son las notas para los retiros. Notas que hemos ido publicando a lo largo del curso pasado.</b><br />
<br />
<b>Son para poder ser usadas por cualquier persona o grupo en sus retiros.</b><br />
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Pulsa en las imágenes para ir al retiro <b><br /></b><br />
<i><br /></i>
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<a href="http://accioncatolicageneral.blogspot.com/2019/01/notas-para-el-retiro-2018-espiritu.html" target="_blank"><img alt="http://accioncatolicageneral.blogspot.com/2019/01/notas-para-el-retiro-2018-espiritu.html" border="0" data-original-height="677" data-original-width="1000" height="432" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6d7oDNJOihGCwJQ9I7chCrSp4ChHJB21hoKomB6P6zBPXF1atI125h82PU1TMdAB9IgyFV9_jjpkWcx1S1cMULTCYe6Vpkbc1ZQMoXrFuvrvJAEOqFocteQD1SH7F3jDZD2WcjvG-8w17/s640/retiros-oct18.jpg" width="640" /></a>
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<a href="http://accioncatolicageneral.blogspot.com/2019/01/la-iglesia-como-sacramento.html" target="_blank"><img alt="http://accioncatolicageneral.blogspot.com/2019/01/la-iglesia-como-sacramento.html" border="0" data-original-height="677" data-original-width="1000" height="432" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifskaP_dB2aQzSlqHr62QdDybsq4UhiU7WwlrU8sp436k1uumPsvSFDd-IlpW3WDpB6EZt0gHdjKWuzmEzIqViyjicBs5OV9iQYUVkgH7fxwEDrgtSm58s6QrU4BpZQSUr-LcA-u34Z2F7/s640/retiros-nov18.jpg" width="640" /></a></div>
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<a href="http://accioncatolicageneral.blogspot.com/2019/01/la-llamada-universal-la-santidad.html"><img alt=" http://accioncatolicageneral.blogspot.com/2019/01/la-llamada-universal-la-santidad.html" border="0" data-original-height="677" data-original-width="1000" height="432" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPrl21t5M8okNmZO_wYxwG78Wv7mC_yylMfXNC9JVKk2cJZxWH0eLgCWjrLyKCW34tVf6WoUrrx_aBUgmMcoRr75hBG_qfV0mgkfb00_073CBRYx2p0u65v3G16MPMQ5kFJK3tt9xoP_5f/s640/retiros-dic18.jpg" width="640" /></a> </div>
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<a href="http://accioncatolicageneral.blogspot.com/2019/01/sentido-de-iglesia.html"><img alt="http://accioncatolicageneral.blogspot.com/2019/01/sentido-de-iglesia.html" border="0" data-original-height="677" data-original-width="1000" height="432" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEja3UHT0w4xXDHFZYqwyV_ZGuIKIBwH04fcYo37htACB3_VLsUL2r7EMKIkw0qDISLoWZOgDG27i0dCSWPzkDOlxgtDsgH4Q92JK_6G_m2Dl-hmgBVnj0269Opx1lmMxifZLR2BY7GHh38m/s640/retiros-ene18.jpg" width="640" /></a></div>
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<a href="http://accioncatolicageneral.blogspot.com/2019/04/notas-para-el-retiro-abril-2019.html"><img alt="http://accioncatolicageneral.blogspot.com/2019/04/notas-para-el-retiro-abril-2019.html" border="0" data-original-height="677" data-original-width="1000" height="432" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhalUx0QjLS_8OIeMEEBr7D62-4_7HJAgq_i3q0cVaAX1k5cTxofwM_cv8FqqgQ9MfkehFqxtG62NTajoFEdv5UMbS-a_Hajs9tIWdvwSAtaaRgfRkEp586SARTEXN-zeMBQw-KBNmbNqOj/s640/retiros-abr19.jpg" width="640" /></a></div>
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<a href="http://accioncatolicageneral.blogspot.com/2019/05/la-iglesia-madre-y-maestra.html"><img alt="http://accioncatolicageneral.blogspot.com/2019/05/la-iglesia-madre-y-maestra.html" border="0" data-original-height="677" data-original-width="1000" height="432" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhis6Q6d5CseoMaJri5BrB4wZr_R0KO0g4Dgdm2b6ujYUYTJERodKyVH4mFaqAUxCpi1QHyIaJUgcweANT0PtGemXng4XMCK2E9PNJ4DozTJM9xeK4jHGk47gYL1egnsoYzE_wS1EJaMc3h/s640/retiros-may19.jpg" width="640" /></a></div>
Acción Católica General de Madridhttp://www.blogger.com/profile/12472364600405441481noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-652103079747291320.post-12514887627447830882019-05-22T18:57:00.001+02:002019-05-22T18:57:56.211+02:00Rosario Meditado. Misterios Luminosos. La institución de la Eucaristía<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<br />
<br />
<span style="font-size: large;">Misterios Luminosos</span><br />
<span style="color: #b45f06; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><b><i>La institución de la Eucaristía</i></b></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>Haced esto en memoria mía (Lc 22,19</i></span></span><span style="font-size: large;"><i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">)</span></i></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Reflexión </span></b><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Misterio de luz es, por fin, la institución de la Eucaristía, en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino, dando testimonio de su amor por la humanidad « hasta el extremo » y por cuya salvación se ofrecerá en sacrificio.<br />(Juan Pablo II, Rosarium Virginis Mariae, 21)<br /><br />«Sacramento del amor». Sí, en la Eucaristía Cristo ha querido darnos su amor, que le impulsó a ofrecer en la cruz la vida por nosotros. En la última Cena, lavando los pies a sus discípulos, Jesús nos dejó el mandamiento del amor: «Como yo os he amado, así amaos también vosotros los unos a los otros». Pero dado que esto es posible sólo permaneciendo unidos a Él, como sarmientos a la vid, eligió quedarse Él mismo entre nosotros en la Eucaristía para que nosotros podamos permanecer en Él. Cuando, por lo tanto, nos alimentamos con fe de su Cuerpo y de su Sangre, su amor pasa a nosotros y nos hace capaces a nuestra vez de dar la vida por los hermanos. De aquí brota la alegría cristiana, la alegría del amor.<br />(Benedicto XVI. Ángelus,18 de marzo de 2007)<br /><br /> Ante todo, hemos de amar la Santa Misa que debe ser el centro de nuestro día. Si vivimos bien la Misa, ¿cómo no continuar luego el resto de la jornada con el pensamiento en el Señor, con la comezón de no apartarnos de su presencia, para trabajar como El trabajaba y amar como El amaba? Aprendemos entonces a agradecer al Señor esa otra delicadeza suya: que no haya querido limitar su presencia al momento del Sacrificio del Altar, sino que haya decidido permanecer en la Hostia Santa que se reserva en el Tabernáculo, en el Sagrario.<br />Os diré que para mí el Sagrario ha sido siempre Betania, el lugar tranquilo y apacible donde está Cristo, donde podemos contarle nuestras preocupaciones, nuestros sufrimientos, nuestras ilusiones y nuestras alegrías, con la misma sencillez y naturalidad con que le hablaban aquellos amigos suyos, Marta, María y Lázaro. Por eso, al recorrer las calles de alguna ciudad o de algún pueblo, me da alegría descubrir, aunque sea de lejos, la silueta de una iglesia; es un nuevo Sagrario, una ocasión más de dejar que el alma se escape para estar junto al Señor Sacramentado.<br />(San Josemaría Escrivá)</div>
<br />
<a href="http://boletinrosario.blogspot.com/" target="_blank"><i>Reflexiones recogidas en la web: boletinrosario.blogspot.com</i></a><br />
<br />Acción Católica General de Madridhttp://www.blogger.com/profile/12472364600405441481noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-652103079747291320.post-34314130939139896862019-05-22T18:53:00.001+02:002019-05-22T18:58:04.726+02:00Rosario Meditado. Misterios Luminosos. La transfiguración de Jesús<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhT2o4lr1OJwNI5dcM1UtwtL5YBCP7y4yfW9rbaEFhoQr5f7GQIUb1-w8EbDu-srWXhAGq7SWfG1pY9iocaHciw1bKLMiijhcTNrGO7p0XS2OCNLkvsJOh0xgMMJfUQyHyYwdF3fFqHA5la/s1600/luminosos-4-peq.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="500" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhT2o4lr1OJwNI5dcM1UtwtL5YBCP7y4yfW9rbaEFhoQr5f7GQIUb1-w8EbDu-srWXhAGq7SWfG1pY9iocaHciw1bKLMiijhcTNrGO7p0XS2OCNLkvsJOh0xgMMJfUQyHyYwdF3fFqHA5la/s640/luminosos-4-peq.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<br />
<span style="font-size: large;">Misterios Luminosos</span><br />
<span style="color: #b45f06; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><b><i>La transfiguración de Jesús</i></b></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz (Mt 17,2</i></span></span><span style="font-size: large;"><i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">)</span></i></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Reflexión </span></b><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Seis días después, Jesús se llevó con él a Pedro, a Santiago y a Juan su hermano, y los condujo a un monte alto, a ellos solos. Y se transfiguró ante ellos, de modo que su rostro se puso resplandeciente como el sol, y sus vestidos blancos como la luz. (Mt 17, 1-2)<br />
Misterio de luz por excelencia es la Transfiguración, que según la tradición tuvo lugar en el Monte Tabor. La gloria de la Divinidad resplandece en el rostro de Cristo, mientras el Padre lo acredita ante los apóstoles extasiados para que lo escuchen y se dispongan a vivir con Él el momento doloroso de la Pasión, a fin de llegar con Él a la alegría de la Resurrección y a una vida transfigurada por el Espíritu Santo.<br />
(Juan Pablo II, Rosarium Virginis Mariae, 21)<br />
<br />
El amor de Cristo crucificado (...) Este amor es lo que blanquea nuestros vestidos sucios, lo que hace veraz e ilumina nuestra alma obscurecida; lo que, a pesar de todas nuestras tinieblas, nos transforma a nosotros mismos en "luz en el Señor".<br />
(Benedicto XVI Santa Misa Crismal, Jueves Santo, 5 de abril de 2007)<br />
<br />
El reino de los cielos se alcanza a viva fuerza, y los que la hacen son los que lo arrebatan. Esa fuerza no se manifiesta en violencia contra los demás: es fortaleza para combatir las propias debilidades y miserias, valentía para no enmascarar las infidelidades personales, audacia para confesar la fe también cuando el ambiente es contrario. ¿Avanzo en mi fidelidad a Cristo?, ¿en deseos de santidad?, ¿en generosidad apostólica en mi vida diaria, en mi trabajo ordinario entre mis compañeros de profesión? Cada uno, sin ruido de palabras, que conteste a esas preguntas, y verá cómo es necesaria una nueva transformación, para que Cristo viva en nosotros, para que su imagen se refleje limpiamente en nuestra conducta.<br />
(San Josemaría Escrivá)</div>
<br />
<a href="http://boletinrosario.blogspot.com/" target="_blank"><i>Reflexiones recogidas en la web: boletinrosario.blogspot.com</i></a><br />
<br />Acción Católica General de Madridhttp://www.blogger.com/profile/12472364600405441481noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-652103079747291320.post-84985923969423241972019-05-18T19:23:00.001+02:002019-05-18T19:23:40.386+02:00Rosario Meditado. Misterios Gloriosos. La coronación de María como Reina de todo lo creado<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgmunJm_nScawdbkdfCnvxYObQi_tSjaIpFclV4XgM9OIKzZ4SD-fHOCswixFof8ypHYSHf01E5yIKui3C-tMJVbfNNMUpK56_BHVSQgAjc7vDHCZFuH7xNLadwfs3UZMlqjhgonc8NwsE/s1600/gloriosos-5-peq.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="500" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgmunJm_nScawdbkdfCnvxYObQi_tSjaIpFclV4XgM9OIKzZ4SD-fHOCswixFof8ypHYSHf01E5yIKui3C-tMJVbfNNMUpK56_BHVSQgAjc7vDHCZFuH7xNLadwfs3UZMlqjhgonc8NwsE/s640/gloriosos-5-peq.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<br />
<span style="font-size: large;">Misterios Gloriosos</span><br />
<span style="color: #b45f06; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><b><i>La coronación de María como Reina de todo lo creado</i></b></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>Un gran signo apareció en el cielo: una mujer vestida del sol y la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza (Ap 12,2</i></span></span><span style="font-size: large;"><i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">)</span></i></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Reflexión </span></b><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Finalmente, en la visión de María ensalzada por todas las criaturas, celebramos el misterio escatológico de una humanidad rehecha en Cristo en unidad perfecta, sin divisiones ya ni otra rivalidad que no sea la de aventajarse en amor uno a otro. Porque Dios es Amor. <br />(Juan Pablo II, Angelus del 6 de noviembre de 1983).<br /><br /> Llénate de seguridad: nosotros tenemos por Madre, a la Madre de Dios, la Santísima Virgen María, Reina del Cielo y del Mundo. María, la Madre santa de nuestro Rey, la Reina de nuestro corazón, cuida de nosotros como sólo Ella sabe hacerlo.<br />Santa María, Reina de todos los que suspiran por dar a conocer el amor de tu Hijo: tú que tanto entiendes de nuestras miserias, pide perdón por nuestra vida; por lo que en nosotros podría haber sido fuego y ha sido cenizas; por la luz que dejó de iluminar; por la sal que se volvió insípida. Madre de Dios, omnipotencia suplicante: tráenos, con el perdón, la fuerza para vivir verdaderamente de esperanza y de amor, para poder llevar a los demás la fe de Cristo.<br />(San Josemaría Escrivá)<br /><br />María fue elevada en cuerpo y alma a la gloria del cielo, y con Dios es reina del cielo y de la tierra. ¿Acaso así está alejada de nosotros? Al contrario. Precisamente al estar con Dios y en Dios, está muy cerca de cada uno de nosotros. Cuando estaba en la tierra, sólo podía estar cerca de algunas personas. Al estar en Dios, que está cerca de nosotros, más aún, que está "dentro" de todos nosotros, María participa de esta cercanía de Dios. Al estar en Dios y con Dios, María está cerca de cada uno de nosotros, conoce nuestro corazón, puede escuchar nuestras oraciones, puede ayudarnos con su bondad materna. Nos ha sido dada como "madre" -así lo dijo el Señor-, a la que podemos dirigirnos en cada momento. Ella nos escucha siempre, siempre está cerca de nosotros; y, siendo Madre del Hijo, participa del poder del Hijo, de su bondad. Podemos poner siempre toda nuestra vida en manos de esta Madre, que siempre está cerca de cada uno de nosotros.<br />(Benedicto XVI. Homilía de la Solemnidad de la Asunción 15 de agosto de 2005)</div>
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<a href="http://boletinrosario.blogspot.com/" target="_blank"><i>Reflexiones recogidas en la web: boletinrosario.blogspot.com</i></a><br />
<br />Acción Católica General de Madridhttp://www.blogger.com/profile/12472364600405441481noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-652103079747291320.post-45642066511303113932019-05-18T01:05:00.002+02:002019-05-18T01:05:37.429+02:00Rosario Meditado. Misterios Gozosos. Jesús perdido y encontrado en el templo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<br />
<br />
<span style="font-size: large;">Misterios Gozosos</span><br />
<span style="color: #b45f06; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><b><i>Jesús perdido y encontrado en el templo</i></b></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>¿Por qué me buscábais? ¿No sabíais que yo tenía que estar en las cosas de mi Padre? (Lc 2, 49</i></span></span><span style="font-size: large;"><i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">)</span></i></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Reflexión </span></b><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Gozoso y dramático al mismo tiempo es también el episodio de Jesús de 12 años en el templo. Aparece con su sabiduría divina mientras escucha y pregunta, y ejerciendo sustancialmente el papel de quien enseña. La revelación de su misterio de Hijo, dedicado enteramente a las cosas del Padre, anuncia aquella radicalidad evangélica que, ante las exigencias absolutas del Reino, cuestiona hasta los más profundos lazos de afecto humano. José y María mismos, sobresaltados y angustiados, no comprendieron sus palabras. <br />(San Juan Pablo II, Rosarium Virginis Mariae, 20)<br /><br /> La fe católica ha sabido reconocer en María un signo privilegiado del amor de Dios: Dios nos llama ya ahora sus amigos, su gracia obra en nosotros, nos regenera del pecado, nos da las fuerzas para que, entre las debilidades propias de quien aún es polvo y miseria, podamos reflejar de algún modo el rostro de Cristo. No somos sólo náufragos a los que Dios ha prometido salvar, sino que esa salvación obra ya en nosotros. Nuestro trato con Dios no es el de un ciego que ansía la luz pero que gime entre las angustias de la oscuridad, sino el de un hijo que se sabe amado por su Padre.<br />María, Madre nuestra, Auxilio de los cristianos, Refugio de los pecadores: intercede ante tu Hijo, para que nos envíe al Espíritu Santo, que despierte en nuestros corazones la decisión de caminar con paso firme y seguro.<br />(San Josemaria Escrivá)<br /><br />Pidamos al Señor que nos ayude a comprender cada vez más profundamente este misterio maravilloso, a amarlo cada vez más y, en él, a amarlo cada vez más a Él mismo. Pidámosle que nos atraiga cada vez más hacia sí mismo con la sagrada Comunión. Pidámosle que nos ayude a no tener nuestra vida sólo para nosotros mismos, sino a entregársela a él y así actuar junto con él, a fin de que los hombres encuentren la vida, la vida verdadera, que sólo puede venir de quien es el camino, la verdad y la vida.<br />(Benedicto XVI. Homilía del Jueves Santo, 5 de abril de 2007)</div>
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<br />Acción Católica General de Madridhttp://www.blogger.com/profile/12472364600405441481noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-652103079747291320.post-79404317521313735612019-05-17T21:02:00.000+02:002019-09-03T21:02:51.556+02:00La Iglesia, madre y maestra<i>NOTAS PARA EL RETIRO <br />Mayo 2019</i><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdWqyEvT8jx6yG-kMFXnxoJyhbSexSbFSvYBZp4VviPMLPHHin0mEPhahRE5iJrGEFOnK5UMi_7MY4g4hqJzcM-GVVpbM_IjB3xVrwU8_fVKK-aBBf8WG3zGMGMQzvgvR8LOo51YX-zAWH/s1600/retiros-may19.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="677" data-original-width="1000" height="432" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdWqyEvT8jx6yG-kMFXnxoJyhbSexSbFSvYBZp4VviPMLPHHin0mEPhahRE5iJrGEFOnK5UMi_7MY4g4hqJzcM-GVVpbM_IjB3xVrwU8_fVKK-aBBf8WG3zGMGMQzvgvR8LOo51YX-zAWH/s640/retiros-may19.jpg" width="640" /></a></i></div>
<br />
<br />
<br />
<h2>
La Iglesia, madre y maestra</h2>
<div style="text-align: justify;">
<br />
“Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego, dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre». Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio” (Jn 19,25-27). La maternidad de María, no sólo sobre Jesús, sino sobre toda la Iglesia, ha sido reconocida por la misma invocando pasajes como el de la traditio en la crucifixión. Si Judas es modelo de una mala entrega del Señor, María es modelo de la entrega buena. Desde aquella hora, la entrega de Jesús a la Iglesia en María, se convierte en el principio de que aquella misma asuma la maternidad y la enseñanza propias de la mujer.<br />
<br />
Sin duda que la contemplación de este pasaje atraviesa la pura temporalidad: en la entrega a la Iglesia de María como madre ya se anuncia la entrega de la Iglesia como madre a cada uno de nosotros. Su maternidad está en germen en esa entrega que manifiesta además cómo aprende el cristiano a seguir a su Señor: por medio de la cruz. En ningún otro sitio la enseñanza es tan honda y la maternidad tan viva como al pie de la cruz. Por eso, cuando el cristiano quiere entender su relación con la Iglesia, no puede hacerlo sin estas dos cualidades y sin esta condición: Así, nosotros podemos preguntarnos: <br />
<br />
<span style="color: #351c75;"><i>¿Me dejo enseñar junto a la cruz? ¿Acepto como enseñanza el misterio de la cruz del Señor? ¿Entiendo las enseñanzas de la Iglesia como una forma de vincularme con Cristo y con su madre, o dudo? ¿Recuerdo en las dificultades que el Señor “aprendió, siendo Hijo, a obedecer”? </i></span><br />
<br />
Ya en el siglo II, encontramos un testimonio en Eusebio que se refiere a la Iglesia como “nuestra madre virginal”. Infinidad de testimonios se refieren así a María. En la liturgia hispánica encontramos un texto precioso que establece ese mismo paralelismo y que nos sirve para el retiro de hoy; en el prefacio de la misa de Navidad dice así: “María engendró la salvación de los pueblos, la Iglesia a los pueblos. Aquella llevó en su vientre a la vida, ésta el bautismo. En los miembros de aquella Cristo tomo carne, en las aguas de ésta nos revestimos de Cristo. Por aquella el que ya existía nació, por ésta el que se había perdido ha sido encontrado. En aquella el redentor de los pueblos recibió la vida, en ésta los pueblos reciben la vida. Por aquella vino el que iba a quitar los pecados, por ésta ha quitado los pecados por los que vino. Por aquella nos lloró, por ésta nos ha curado. En aquella se hizo niño, en ésta gigante. Allí hubo llanto, aquí triunfo. Por aquella se manifestó como criatura, por ésta ha subyugado a los reinos. A aquella le encantó la alegría del niño, a ésta la enamora la fidelidad del esposo”.<br />
<br />
En ese juego de poner en paralelo a la Virgen María y a la Iglesia, encontramos suficientes comparaciones como para este retiro: la capacidad de engendrar por la acción de Dios en una y otra, por el vientre y la fuente bautismal, para la salvación. La maternidad de la Iglesia, por tanto, queda iluminada por la de María: ella ha engendrado al Salvador, la Iglesia nos lo da hoy y, por tanto, nos hace partícipes de su salvación. Esta salvación se realiza, además, por la encarnación del Hijo. La dinámica de la encarnación nos muestra la forma en la que nosotros, hoy, acogemos lo que Él hizo: Él se hizo pequeño, y se manifiesta su grandeza. <br />
<br />
<span style="color: #351c75;"><i>¿Cómo vivo mi ser en la Iglesia? ¿Contemplo la experiencia de Jesús y María para elegir su forma de servir, siempre como camino de abajamiento y humildad? ¿Vivo mis responsabilidades en la Iglesia con más motivo como causa de “hacerme pequeño”? ¿Me fío del cuidado que la Iglesia ejerce conmigo, como madre providente? </i></span><br />
<br />
El cuidado de María es maternal porque ella da al Hijo de Dios todo lo necesario para nacer, para hacerse hombre, para propiciar una madurez humana; el cuidado de la Iglesia es maternal porque ella proporciona, no solamente la vida divina, sino también el don del Espíritu para crecer siempre por ese camino de santificación. Así, el prefacio, al recordar cómo Dios Padre ha adornado a María para ser Madre de Dios con todo tipo de virtudes, también advierte de estos dones de santificación que el mismo Cristo, el Esposo, ha dejado en la Iglesia, para que ella pueda ser considerada madre también por darlos a sus hijos, los cristianos: “El esposo, es decir Cristo, ha dado a su esposa, la Iglesia, el don las aguas vivas, para que se lavase en ellas una sola vez para agradarle. Le ha dado el óleo de júbilo, como oloroso ungüento de crisma con que ungirse. La ha llamado a sentarse a su mesa, la ha alimentado con flor de harina, la ha saciado con el vino agradable. La ha vestido con el manto de justicia, y con ropajes dorados por las diversas virtudes. Ha entregado su vida por ella, y el que ha de reinar vencedor le ha otorgado como dote los despojos de la muerte que asumió y a la que venció. Él mismo se ha dado a ella como alimento, bebida y vestido; le ha prometido que se le dará como reino eterno y le ha ofrecido como recompensa sentarla a su derecha como reina”. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Todo esto es un misterio a contemplar: a veces buscamos ir demasiado rápido a nuestra vida, sin pararnos primeros en el marco con el que Dios la ha preparado, y ese marco es un marco familiar, donde experimentar el calor de la maternidad y del magisterio, de ser cuidados con la palabra y el gesto en la liturgia, con la palabra y el criterio de la Tradición eclesial. En la Iglesia Cristo ha dejado todo lo necesario para que podamos vivir la vida en ella como camino de santidad. Ciertamente, no todo en ella es santidad, sino que la santidad se va haciendo en ella, de una forma misteriosa, pues en ella vemos cada día la debilidad de los hijos engendrados a la fe. Para poder valorar bien estas debilidades que nos vienen a la mente, que nos hieren el corazón, que nos ponen en duda lo mejor de nuestra casa, tenemos que tener presente el ámbito tan rico de amor y de dones que Cristo ha previsto: <br />
<span style="color: #351c75;"><i>¿Agradezco el cuidado de los sacramentos, el don del Espíritu como fruto pascual de la entrega amorosa de Cristo por mí? ¿Valoro cuándo la Iglesia administra con cuidado y rectitud, como hace una buena madre, los dones –sacramentales- que se le han entregado, o busco sólo mi propio beneficio? ¿Me dejo cuidar, me dejo formar, cuando el Señor busca tocar mi corazón por la fe de la Iglesia? </i></span><br />
<br />
Ver cómo Cristo ha adornado a la Iglesia, como la ha preparado para mí, no debe dejar lugar a dudas, cuando las cosas se me hacen más difíciles, en medio de tremendas dudas o paradojas. A veces, cuanto más necesitamos el bien, más razones nos aparecen para dudar, cuanto más nos estamos esforzando por el crecimiento del Reino de Dios, en nuestro grupo, en nuestra parroquia... menos frutos captamos.<br />
<br />
Entonces, en medio de la contradicción, la Iglesia tiene que aparecer desde su fundamento para serenarnos y vencer nuestras resistencias. Así, el Señor “ha concedido a la Iglesia cuanto había concedido a su Madre: ser fecunda, sin ser violada; dar a luz, permaneciendo intacta, a él una vez, a los demás siempre; recostarse como esposa en el tálamo de la belleza y multiplicar los hijos en el seno amoroso; ser prolífica por sus hijos sin haberse manchado por la concupiscencia”. Ciertamente, Dios provee, cuidad de nosotros, sus hijos, y lo hace por medio de nuestra madre, que es la Iglesia, madre con debilidades, pero con todo lo necesario para que podamos crecer en ella con confianza y alegría.<br />
<br />
Dios concede a la Iglesia, en todas las circunstancias, lo que esta necesita. Y tenemos una garantía de que hace así: lo ha hecho en María. Todo lo que Dios ha dado a María era un anuncio de lo que iba a conceder a la Iglesia, de lo que iba a poner a nuestra disposición. Incluso cuando me cuesta verlo, cuando la debilidad del pecado oscurece el poder de Dios, la belleza en los dones con los que Dios ha revestido a María, está también adornando a la Madre Iglesia. Así, el mismo adorno hace de ella no sólo madre, sino también maestra, que nos enseña hasta dónde llega, y cómo, el poder de Dios. Por eso la Iglesia acoge siempre, porque en la debilidad encuentra el adorno bello de la acción divina, y recuerda las palabras del Señor: “Conmigo lo hicisteis”. El amor a la Iglesia, entonces, refleja el amor con el que Dios la ha preparado, y ayuda al creyente a dar un paso adelante en su relación con Dios, descubriendo la necesidad del agradecimiento para poder vivir en la Iglesia, para poder sentir con la Iglesia, para poder entregarse a la manera de la Iglesia... y de María.<br />
<br />
<br />
<span style="color: #351c75;"><i>¿Qué he recibido de la Iglesia? ¿Quién se ha entregado a mí, ha dispuesto para mí lo mejor que ha sabido, que ha podido, tantas veces? ¿Dónde he ido a encontrar, de la forma más insospechada, el consuelo y el alimento necesario en ella? ¿En qué situaciones me cuesta más creer, más hacerme fuerte en ella, y cómo venzo mis reticencias? ¿Pido el don de la fe y el de la caridad para aceptar sus debilidades, pero a la vez buscar cómo mejorarla, agradecido por todo lo que me da? </i></span></div>
Acción Católica General de Madridhttp://www.blogger.com/profile/12472364600405441481noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-652103079747291320.post-44408127598638796902019-05-15T10:58:00.001+02:002019-05-15T10:58:23.965+02:00Rosario Meditado. Misterios Dolorosos. Jesús muere en la cruz<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcYo1j2Vw4v0iCovVGpVVyV23vDikYKHiWgr-krtAkIYKXreHvSf4HsYSz3A3GwSzc3c98_W8dWqM1kSmqZWkhNw-rXHXqtSR9x1SEX4FTIsIdscemectcbrQ6Wbs-NriFGoo6pZto8buA/s1600/dolorosos-5-peq.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="500" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcYo1j2Vw4v0iCovVGpVVyV23vDikYKHiWgr-krtAkIYKXreHvSf4HsYSz3A3GwSzc3c98_W8dWqM1kSmqZWkhNw-rXHXqtSR9x1SEX4FTIsIdscemectcbrQ6Wbs-NriFGoo6pZto8buA/s640/dolorosos-5-peq.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<br />
<span style="font-size: large;">Misterios Dolorosos</span><br />
<span style="color: #b45f06; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><b><i>Jesús muere en la cruz</i></b></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>Dijo:"Está cumplido". E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu. (</i></span></span><span style="font-size: large;"><i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Jn 19, 30)</span></i></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Reflexión </span></b><br />
<br />
Siervo del Padre, Primogénito entre muchos hermanos, Cabeza de la humanidad, transforma el padecimiento humano en oblación agradable a Dios, en sacrificio que redime. El es el Cordero que quita el pecado del mundo, el Testigo fiel, que capitula en sí y hace meritorio todo martirio. (San Juan Pablo II: Angelus del 30 de octubre, 1983).<br /><br /> La enseñanza cristiana sobre el dolor no es un programa de consuelos fáciles. Es, en primer término, una doctrina de aceptación de ese padecimiento, que es de hecho inseparable de toda vida humana.<br />Ante las pesadumbres, el cristiano sólo tiene una respuesta auténtica, una respuesta que es definitiva: Cristo en la Cruz, Dios que sufre y que muere, Dios que nos entrega su Corazón, que una lanza abrió por amor a todos. Nuestro Señor abomina de las injusticias, y condena al que las comete. Pero, como respeta la libertad de cada individuo, permite que las haya. Dios Nuestro Señor no causa el dolor de las criaturas, pero lo tolera porque —después del pecado original— forma parte de la condición humana. Sin embargo, su Corazón lleno de Amor por los hombres le hizo cargar sobre sí, con la Cruz, todas esas torturas: nuestro sufrimiento, nuestra tristeza, nuestra angustia, nuestra hambre y sed de justicia.<br />La escena del Calvario proclama a todos, que las aflicciones han de ser santificadas si vivimos unidos a la Cruz.<br />
(San Josemaría Escrivá)<br /><br />En el misterio de la Cruz se revela enteramente el poder irrefrenable de la misericordia del Padre celeste. Para reconquistar el amor de su criatura, Él aceptó pagar un precio muy alto: la sangre de su Hijo Unigénito. La muerte, que para el primer Adán era signo extremo de soledad y de impotencia, se transformó de este modo en el acto supremo de amor y de libertad del nuevo Adán.<br />(Benedicto XVI Mensaje para la Cuaresma 2007)<br />
<br />
<br />
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</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtxxs7nlM9_wIYyD7vuufE2-yjfb-ImdQaZYiNOOO1T4rbB4q0aOj7MqWyrw4EMBlgsxxwD1YPhwiSXfTCaoCt0P7-tTEfOy1zG7_jQdG7mUZMh9vkxvpZbt-ag8TctXoYaFPBLHtzqkzr/s1600/luminosos-3-peq.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="500" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtxxs7nlM9_wIYyD7vuufE2-yjfb-ImdQaZYiNOOO1T4rbB4q0aOj7MqWyrw4EMBlgsxxwD1YPhwiSXfTCaoCt0P7-tTEfOy1zG7_jQdG7mUZMh9vkxvpZbt-ag8TctXoYaFPBLHtzqkzr/s640/luminosos-3-peq.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<br />
<span style="font-size: large;">Misterios Luminosos</span><br />
<span style="color: #b45f06; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><b><i>El anuncio del Reino, invitando a la conversión</i></b></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>Jesús les dijo:"venid en pos de mi y os haré pescadores de hombres". Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. (</i></span></span><span style="font-size: large;"><i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Mc 1, 17-18)</span></i></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<b><span style="color: #b45f06;">Reflexión </span></b><br />
<br />
Misterio de luz es la predicación con la cual Jesús anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversión, perdonando los pecados de quien se acerca a Él con humilde fe, iniciando así el ministerio de misericordia que Él continuará ejerciendo hasta el fin del mundo, especialmente a través del sacramento de la Reconciliación confiado a la Iglesia. (Juan Pablo II, Rosarium Virginis Mariae, 21).<br /><br />Si te decides —sin rarezas, sin abandonar el mundo, en medio de tus ocupaciones habituales— a entrar por estos caminos de contemplación, enseguida te sentirás amigo del Maestro, con el divino encargo de abrir los senderos divinos de la tierra a la humanidad entera. Sí, con esa labor tuya contribuirás a que se extienda el reinado de Cristo en todos los continentes. Y se sucederán, una tras otra, las horas de trabajo ofrecidas por las lejanas naciones que nacen a la fe, por los pueblos de oriente impedidos bárbaramente de profesar con libertad sus creencias, por los países de antigua tradición cristiana donde parece que se ha oscurecido la luz del Evangelio y las almas se debaten en las sombras de la ignorancia... Entonces, ¡qué valor adquiere esa hora de trabajo!, ese continuar con el mismo empeño un rato más, unos minutos más, hasta rematar la tarea. Conviertes, de un modo práctico y sencillo, la contemplación en apostolado, como una necesidad imperiosa del corazón, que late al unísono con el dulcísimo y misericordioso Corazón de Jesús, Señor Nuestro.<br />(San Josemaría Escrivá)<br /><br />¿Qué es en realidad convertirse? Convertirse quiere decir buscar a Dios, caminar con Dios, seguir dócilmente las enseñanzas de su Hijo, Jesucristo; convertirse no es un esfuerzo para realizarse uno mismo, porque el ser humano no es el arquitecto del propio destino. Nosotros no nos hemos hecho a nosotros mismos. Por ello, la autorrealización es una contradicción y es demasiado poco para nosotros. Tenemos un destino más alto. Podríamos decir que la conversión consiste precisamente en no considerarse en «creadores» de sí mismos, descubriendo de este modo la verdad, porque no somos autores de nosotros mismos. (...) Conversión consiste en aceptar libremente y con amor que dependemos totalmente de Dios, nuestro verdadero Creador, que dependemos del amor.<br />(Audiencia del miércoles, 21 de febrero de 2007)<br />
<br />
<br />
<a href="http://boletinrosario.blogspot.com/" target="_blank"><i>Reflexiones recogidas en la web: boletinrosario.blogspot.com</i></a><br />
<br />Acción Católica General de Madridhttp://www.blogger.com/profile/12472364600405441481noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-652103079747291320.post-28512496496351687972019-05-15T10:41:00.002+02:002019-05-15T10:41:32.032+02:00Rosario Meditado. Misterios Gloriodos. La asunción de María al cielo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFvoxLY12lzAs7jUecf-9C6cy_GyMCI2Nua0hCJjY-JaxJHTHrzg-vKN5qu1YiuOYFWyGKmKOv9vD-05tHtxhWfD8rakYeLdmjSu8hoJfLg5x1vaod3PBLgLNlM1OeAy4Tvhzn10ub6Gq7/s1600/gloriosos-4-peq.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="500" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFvoxLY12lzAs7jUecf-9C6cy_GyMCI2Nua0hCJjY-JaxJHTHrzg-vKN5qu1YiuOYFWyGKmKOv9vD-05tHtxhWfD8rakYeLdmjSu8hoJfLg5x1vaod3PBLgLNlM1OeAy4Tvhzn10ub6Gq7/s640/gloriosos-4-peq.jpg" width="640" /></a></div>
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<span style="font-size: large;">Misterios Gloriosos</span><br />
<span style="color: #b45f06; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><b><i>La asunción de María al cielo</i></b></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo. (Pío XII, Constitución Munificentisimus Deus, 1 de noviembre de 1950)</i></span></span><br />
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<b><span style="color: #b45f06;">Reflexión </span></b><br />
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En la gloria de la Virgen elevada al cielo, contemplamos entre otras cosas la sublimación real de los vínculos de la sangre y los afectos familiares, pues Cristo glorificó a María no sólo por ser inmaculada y arca de la presencia divina, sino también por honrar a su Madre como Hijo. No se rompen en el cielo los vínculos santos de la tierra; por el contrario, en los cuidados de la Virgen Madre elevada para ser abogada y protectora nuestra y tipo de la Iglesia victoriosa, descubrimos también el modelo inspirador del amor solícito de nuestros queridos difuntos hacia nosotros, amor que la muerte no destruye, sino que acrecienta a la luz de Dios.<br />
(Juan Pablo II, Angelus del 6 de noviembre de 1983).<br /><br /><br />María ha sido llevada por Dios, en cuerpo y alma, a los cielos. Hay alegría entre los ángeles y entre los hombres. ¿Por qué este gozo íntimo que advertimos hoy, con el corazón que parece querer saltar del pecho, con el alma inundada de paz? Porque celebramos la glorificación de nuestra Madre y es natural que sus hijos sintamos un especial júbilo, al ver cómo la honra la Trinidad Beatísima. La fiesta de la Asunción de Nuestra Señora nos propone la realidad de una esperanza gozosa. Somos aún peregrinos, pero Nuestra Madre nos ha precedido y nos señala ya el término del sendero: nos repite que es posible llegar y que, si somos fieles, llegaremos. Porque la Santísima Virgen no sólo es nuestro ejemplo: es auxilio de los cristianos. Y ante nuestra petición no sabe ni quiere negarse a cuidar de sus hijos con solicitud maternal.<br />
(San Josemaría Escrivá)<br /><br /><br />Al contemplar a María en la gloria celestial, comprendemos también que la tierra no es nuestra patria definitiva y que, si vivimos constantemente orientados hacia los bienes eternos, un día compartiremos su misma gloria. Por este motivo, a pesar de las miles dificultades cotidianas, no tenemos que perder la serenidad ni la paz. El signo luminoso de la Asunción al cielo resplandece todavía más cuando parece que en el horizonte se agolpan sombras tristes de dolor y de violencia. Estamos seguros: desde lo alto, María sigue nuestros pasos con dulce trepidación, nos da serenidad en la hora de la oscuridad y de la tempestad, nos da seguridad con su mano maternal. Apoyados en esta convicción, continuamos con confianza nuestro camino de compromiso cristiano allá donde nos lleva la Providencia.<br />(Benedicto XVI Audiencia del miércoles, 16 de agosto de 2006)<br />
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<a href="http://boletinrosario.blogspot.com/" target="_blank"><i>Reflexiones recogidas en la web: boletinrosario.blogspot.com</i></a><br />
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